Los derbis gallegos, una sangría para el Deportivo
El equipo coruñés sólo ha sumado 21 puntos en 16 partidos desde su regreso a Segunda B ante los Celta B, Racing de Ferrol, Pontevedra, Coruxo y Compostela.
Con el descenso a Segunda División en 2018 el Deportivo perdía, entre otras cosas, la opción de jugar el derbi por excelencia con el Celta. En la categoría de plata no fue capaz de imponerse al Lugo (tres empates y una derrota en dos temporadas), pero con la caída a los infiernos de Segunda B, y ahora Primera Federación, el equipo blanquiazul confirmó su decadencia en numerosos duelos de rivalidad regional en los que no ha mostrado sobre el verde la superioridad que se le presupone por historia, presupuesto y masa social.
No ha dado la talla el cuadro herculino ni ante aquellos que pasaron de ser compañeros de pretemporada a rivales oficiales, como Compostela, Coruxo, Pontevedra o Racing de Ferrol; ni tampoco con continuidad en el humillante escenario de tener que enfrentarse al Celta B. Como muestra, lo sucedido hace unas horas en Balaídos.
En las dos temporadas en la tercera categoría, más lo que va del presente curso, el Deportivo ha disputado 16 derbis gallegos y ha sumado únicamente 21 puntos. Sólo cinco victorias y la sensación de que los vecinos le tienen tomada la medida al gigante.
Sólo un triunfo a domicilio... en Barreiro
Y es que la serie de partidos ante equipos gallegos no deja en buen lugar a un Deportivo que apenas ha repetido triunfo contra el mismo rival. No fue capaz de vencer al Compostela en la 20/21, con el que empató en San Lázaro y fue vapuleado en Riazor. El Coruxo, al que si ganó en A Coruña, le pasó por encima en O Vao. Ese primer curso ante el Pontevedra sacó un punto en Pasarón y venció en casa por la mínima, pero en el regreso de los granates a Primera Federación, lograron sacar un empate del estadio herculino hace siete días.
La muestra de partidos más amplia es contra Racing de Ferrol y Celta B. El equipo verde y el Depor se han anulado con partidos espesos donde ninguno ha sido capaz de imponerse. Cuatro duelos con una victoria para cada equipo y un empate. Y frente al filial celeste es donde, curiosamente, ha llegado el único triunfo a domicilio... y fue en Barreiro. Desde ese 0-3, el equipo de Borja Jiménez ha sufrido una derrota y no ha pasado del empate en Balaídos. En Riazor también ha tenido cara y cruz, con el 5-0 de la temporada pasada, pero también con el 1-2 de la primera temporada que, además de los puntos, supuso el principio del fin para Fernando Vázquez.