Hristo Stoichkov desata la locura en Málaga
Hristo Stoichkov, que tiene residencias en Bulgaria, Barcelona y Málaga, desató pasiones en el momento de entrar a La Rosaleda para presenciar el Malaga-Ibiza.
Hristo Stoichkov, uno de los futbolistas más temperamentales de todos los tiempos estado en Málaga donde se ha pegado un fin de semana de lo más polideportivo. El sábado estuvo en el Martín Carpena presenciando encuentro entre el Unicaja y el Bilbao Basket mientras que este domingo vio en vivo en directo el Málaga-Ibiza.
A pesar de que tiene 58 años, algunas canas y que hace tiempo que se retiró del fútbol en activo y no se dedica a los banquillos (su primera y única experiencia en España fue con el Celta de Vigo), el astro búlgaro no ha pedido ni un ápice de su carisma y fue requerido por muchos aficionados para firmar autógrafos y hacerse fotos. Muy llamativo su tirón con gente joven que no le ha visto jugar. Su leyenda traspasa fronteras.
Stoichkov vive a caballo entre Barcelona, Sofía y Málaga donde recientemente ha adquirido una vivienda. En cada uno de estos puntos aprovecha para disfrutar de los partidos de los equipos de toda su vida, el CSKA de Sofía y el Barcelona. También se le ha visto viendo partidos del Joventut en el Olímpico de Badalona.
Reencuentro con López Nieto
Durante su etapa en activo Stoickkov no fue el mejor amigo de los árbitros. Su carácter fogoso e impetuoso le ocasionó más de un conflicto con el colectivo arbitral con el que se las tuvo tiesas. Por eso llamó la atención su reencuentro con Antonio Jesús López Nieto, actual presidente del Unicaja y con quien, ¡faltaría más! mantuvo disputas durante la etapa en que el malagueño fue árbitro en activo.
López Nieto expulsó a Stoichkov en un Rayo Vallecano-Barcelona por insultar a un juez de línea en 1992. Le cayeron tres partidos de sanción. También en una Supercopa de España en 1994, durante un Barça-Zaragoza, esta vez por roja directa por una fuerte entrada. Otros tres partidos. Eran otros tiempos.
Stoichkov llegó al Barcelona a principio de los años 90. El equipo azulgrana, entrenado por Johan Cruyff, solo había ganado tres Ligas en 30 años. La llegada de este gran delantero fue mano de santo y supuso un punto de impulso para el club azulgrana que ganó cuatro ligas seguidas, dos Copas, una Recopa y la famosa Copa de Europa de 1992 a la Sampdoria con gol de Koeman.