Gorka: “Ahora soy mejor persona”

Gorka Giralt tuvo que dejar el fútbol con tan solo 27 años. El 6 de enero de 2022 tenía la oportunidad de su vida. Era el portero del Rayo Majadahonda. Ese día, su equipo se enfrentaba en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid en Copa del Rey. El guardameta vasco sabía que era el día para darse a conocer al mundo, pero lo que iba a ser su regalo de Reyes, terminó siendo el fin de su carrera como futbolista. En la primera acción del partido, Gorka intenta blocar un balón tras un remate de Kondogbia, pero se le escapa y en el rechace Luis Suárez le pisa la mano, en ese momento empezó su calvario. Tras más de un año de operaciones y sesiones de recuperación, tuvo que retirarse. No ha querido dejar el fútbol a un lado y ahora es especialista en entrenamiento de porteros del primer equipo de Las Rozas, en Tercera RFEF. Ahora, en una entrevista con AS, cuenta cómo lo vivió todo, cuáles son ahora sus nuevas metas, su historia de superación y cómo evolucionó como persona.

Pregunta: ¿Cómo vivisteis el momento en el que os toca el Atlético de Madrid? ¿Cuándo sabe que va a ser titular?

Respuesta: “Nosotros pasamos una ronda ante el Eldense y ante el Málaga. No jugué este segundo encuentro y me dicen que si pasamos yo jugaría el siguiente, que fue el partido del Atlético. Nosotros queríamos al Real Madrid o al Barcelona, pero el Atlético también nos hacía mucha ilusión. Muy felices y contentos cuando salió el sorteo. Sabíamos que íbamos a tener muchos focos y podía ser decisivo en nuestras carreras. Yo tuve el Covid-19 en Navidad y justo di negativo el día que volvimos a los entrenamientos”.

P: El partido se trasladó al Metropolitano, ¿le hizo más ilusión jugar la eliminatoria allí?

R: “Nos hacía ilusión jugar en cualquier lugar. Egoístamente, sí que nos hacía más ilusión jugar en un estadio como el Metropolitano, sabiendo que nos podía perjudicar algo de manera deportiva. Era una oportunidad única, no nos opusimos. Las semanas previas ya sentía que iba a disputar el partido más importante de mi carrera. Salí al campo y no necesité ni calentar, estaba muy motivado, concentrado y caliente para jugar”.

P: En el primer minuto llega la acción de la lesión con Luis Suárez...

R: “Era una falta lateral, la primera acción en la que tengo que intervenir. La recuerdo perfectamente. En el partido no sabía quién remató, pero luego vi que era Kondogbia. Decido hacer un blocaje, pero no estaba acostumbrado al campo, no tuve buena lectura de bote y se me escapó hacia adelante. Reacciono bien y en el rechace Luis Suárez me pisa la mano derecha, con el final que tuvo”.

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P: ¿Qué nota en el momento del impacto?

R: “Al momento no sentí dolor. Tenía tanta adrenalina que lo primero que hice fue mirar que se iba fuera la pelota. Al momento empecé a notar una rigidez, pero no dolor. En el banquillo ya empecé a sufrir. Ese mismo día me hacen pruebas y se veía una fractura en la segunda articulación de mi mano derecha. Ya sabía que iba a ser difícil, por no decir imposible. Sentía que no había articulación, el dedo no se movía bien. Me di cuenta de que era algo muy grave”.

P: ¿Cómo fue el proceso hasta que decide retirarse?

R: “Fue muy duro psicológicamente. Tenía que encontrar algo positivo al día a día. Fue muy complicado. Me operaron, me reconstruyeron la articulación con alambres y con un hueso de la muñeca para rellenar otros huesos para que no sé cayera el dedo, estaba deshecha la articulación. Estuve 10 días de reposo. Después de la operación, veo el dedo y en ese momento sentí que podía ser el fin. Me enfrenté a sesiones de rehabilitación muy duras. A los cinco minutos no podía más, tenía que entrar al servicio para vaciarme. Tenía que tolerar mucho dolor para volver a tener movilidad. No voy a tener la misma movilidad que antes. Veía que no se cumplían los plazos una y otra vez. Siendo lógicos y viendo la poca movilidad del dedo, era irreal pensar que podría volver a jugar. Sentía mucho dolor cuando paraba balones. Toqué fondo”.

P: ¿Quiénes le ayudaron en ese momento?

R: “En los primeros días, te llega una avalancha de mensajes. Luego eso se desvanece. Sentía que no tenía nada que aportar en el día a día al equipo, me sentía inútil y busqué algo para salir adelante. Intenté ayudar a todos mis compañeros, sentía la necesidad de aportar algo al equipo, quería renovar. Empecé a sonreír para trasmitir felicidad a mis compañeros, no podía estar cabizbajo. Me dio fuerzas para salir adelante. Teníamos un gran vestuario. También me apoyé en mi familia, en mi mujer, nunca me han faltado”.

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P: ¿El Rayo Majadahonda le apoyó?

R: “No tengo ninguna mala palabra para ellos, al contrario. Me dieron la oportunidad de volver, confiaron en mí y me renovaron pensando en que podía volver a jugar. Siempre estuvieron a mi lado, confiaron en mí”.

P: ¿Le cuesta recordarlo?

R: “Tengo alguna cicatriz de momentos puntuales. De las primeras noches, no había llorado nunca como esos días, era como si alguien me sacara el corazón, eran gritos. Alguna sesión de recuperación muy dolorosa. Ahora soy otra persona, me relaciono de manera diferente, me considero mejor persona, soy muy transparente, tengo mucha energía. Tuve que empezar desde cero y empezar otro futuro. Lo mejor es la persona que soy ahora. No he visto nunca el partido, la jugada si la he visto”.

P: ¿Qué pasó después con Luis Suárez?

R: “Recibo su camiseta al día siguiente. Yo se la pedí, mi mujer es uruguaya, ya tenía intención de pedirla antes del partido. No le guardo ningún rencor, fue una acción del juego. El que no le ha perdonado ha sido mi madre (entre risas). Miro la camiseta y pienso que me hubiera gustado jugar más veces contra él y de haber hecho un buen partido. Como he dicho alguna vez, es verdad que al principio pensé en destruirla, pero ahora no siento rabia, es un recuerdo bonito de un partido bonito. Debería enmarcarla. Fue fundamental para ser la persona que soy hoy, ahora empatizo más con las personas. He aprendido mucho con esta lesión. Si le tuviera delante le sonreiría y le daría un abrazo”.

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P: ¿Cómo afronta ahora su futuro?

R: “Cuando sé que no puedo volver a jugar, pienso que quiero seguir vinculado al fútbol. Entonces, empecé a formarme como especialista en entrenamiento de porteros. Me estoy sacando los cursos oficiales. Las Rozas me dio la oportunidad de ser entrenador de porteros del primer equipo y la estoy aprovechando. Les estoy muy agradecido, me han puesto las cosas muy fáciles y han confiado en mí. Me llegó la oportunidad por casualidad y quiero aprovecharla. Ojalá en diez años pueda estar en un equipo de Champions. Ahora no tengo mucha experiencia, pero siento que es lo mío, valgo para esto”.

P: Estuviste en la cantera de la Real Sociedad durante diez años, ¿le gustaría volver?

R: “Ojalá pueda volver, cuando esté más formado. Es mi club y mi ciudad. Si alguna vez vuelvo y piensan en mí, espero que sea porque valoran mi trabajo comoespecialista en entrenamiento de porteros. Volver como un entrenador contrastado y porque puedo aportar al equipo. Me enseñaron cosas muy especiales en Zubieta y creo que ahora yo puedo aportarlo a mis porteros. Imanol fue mi entrenador y ya se veía que lo suyo era esto. Él y Arrasate han sido mis mejores entrenadores. La Real cree en el proceso tanto de jugadores como de entrenadores”.

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