Gavi se licencia en Riad
El centrocampista, jugador más joven en marcar y asistir en un mismo Clásico, jugó un partido memorable y es la gran sensación del barcelonismo.
A sus 18 años, Gavi se licenció antes de tiempo en Riad con un partido gigantesco en la final de la Supercopa. El MVP del torneo no sólo se convirtió en el jugador más joven de la historia que marca y asiste en el mismo Clásico. Fue el corazón del nuevo Barça campeón. Resultó muy simbólica su imagen al final del partido, abandonando el partido al lado de Pedri. Los nuevos dueños del centro del campo del Barça del futuro.
Gavi dio un máster de habilidades en el campo. En el 0-1, controló un gran pase de Lewandowski que, sin embargo, venía fortísimo. Luego definió como un jugador de clase mundial. Antes del descanso, vio cómo un balón quedaba muerto y salió desbocado para romper la defensa en línea del Madrid. Lo condujo y esperó el momento exacto para que Lewandowski sólo tuviera que embocar el balón en la red de Courtois.
El de Los Palacios, nuevo orgullo de la Andalucía futbolística, completó su deslumbrante actuación con la asistencia del 0-3 a Pedri. Lo mejor de la acción es que la empezó él mismo con una recuperación en la que tumbó a Militao. En resumen, en sus 89 minutos en el campo, además de su gol y las dos asistencias, tuvo un 88% de acierto en el pase, dio tres pases decisivos, ganó nueve duelos, tres de ellos aéreos. Y, además, realizó tres tackles y sufrió cuatro faltas. Impresionante.
Gavi ha confirmado por qué es la sensación del fútbol español y, especialmente, el nuevo niño bonito del barcelonismo que fue aclamado recientemente en el entrenamiento a puertas abiertas que el Barça realizó en Navidad. A sus 18 años, y todavía con dorsal del filial pese a que renovó hasta 2026 (LaLiga no se lo permite al club azulgrana por asuntos de fairplay financiero), dejó de vivir en la Ciutat Esportiva hace poquísimo y apenas está empezando su carrera. Pero ese “animal competitivo” como lo definió Busquets, que debería “estar jugando con el Juvenil o el filial”, tiene hambre de gloria.