Fuenlabrada y Deportivo se citan en el alambre
El Fuenlabrada se aferra a su fortín del Fernando Torres para despertar ante un Deportivo obligado a ganar para no descolgarse más de la cabeza.
Fuenlabrada y Deportivo se vuelven a ver las caras dos años y medio después. La última vez que lo hicieron fue en agosto de 2020 en el partido del ‘paripé’ tras la explosión del ‘caso Fuenlabrada’. El morbo está servido, aunque los decibelios de ambos clubes en esta semana han sido cero, algo de agradecer. Las obras en el Fernando Torres evitarán el cruce de aficiones, ya que durante toda temporada los seguidores visitantes no pueden asistir al estadio madrileño por la falta de espacio. Otro punto más para el relax. Todo eso, unido a los pocos supervivientes que quedan de aquella lamentable página del fútbol español, debería evitar cualquier impulso que no sea el de limitarse a jugar al fútbol.
Más tenso que los recuerdos es la situación en la clasificación de ambos equipos, muy alejada de sus expectativas y posibilidades. Los azulones, como recién descendidos, tenían como evidente objetivo pelear el ascenso y después de media docena de partidos parten hoy a 15 puntos del líder. Su optimismo para el duelo de esta tarde está en su rendimiento en el Fernando Torres, donde han sumado 15 de sus 17 puntos. Mere, que tiene un bloque bastante definido, dejará el gol en manos de Fer Ruiz y Diego García, intentará ahogar la creación de los blanquiazules y exprimir el peligro que suelen llevar los azulones a balón parado.
El Deportivo, por su parte, llega al Fernando Torres con sensaciones contradictorias. Después de enlazar dos victorias consecutivas, los coruñeses empataron en Riazor con la Cultural tras hacer su mejor partido de la temporada, en especial el primer tiempo. Juego fluido y múltiples ocasiones de gol, pero también importantes errores atrás. La solidez defensiva tiene poco remedio en la pizarra, ya que Lapeña y Jaime repetirán en el centro de la zaga por obligación. Pablo Hernández entra en la lista, pero jugar de inicio implicaría un alto riesgo de lesión. Por todo ello, Óscar Cano medita repetir el once de la Cultural con la única novedad del regreso a portería de Mackay, ya recuperado de su hombro.