El próximo reto de un Riazor revitalizado: batir por fin al Lugo
El Deportivo suma cuatro victorias seguidas como local, pero recibe a un rival al que no ha ganado en casa en la última década y ni siquiera ha sido capaz de meterle un solo gol.
La reacción del Deportivo ha venido acompañada de una mejoría general en todos los aspectos y entre ellos se encuentra el de recuperar la fortaleza como local. Riazor empezó la temporada siendo un chollo para los rivales, con muchos equipos de la zona baja llevándose puntos haciendo bastante poco. El equipo blanquiazul ha corregido eso y suma actualmente cuatro victorias consecutivas, algunas de postín como el 2-0 ante la Ponferradina. Pero este fin de semana el estadio herculino afronta un reto que no ha podido superar en la última década: vencer al Club Deportivo Lugo.
Desde el descenso a Segunda en 2013, el Depor ha recibido en casa en tres ocasiones al conjunto albivermello. Y no es que no haya logrado sumar los tres puntos, es que ni siquiera ha conseguido marcarle un gol. Ni Natxo González ni Fernando Vázquez, este en dos ocasiones, fueron capaces de encontrar el camino a la portería lucense, que se ciñó en los tres encuentros a un patrón similar con resultado idéntico: partidos trabados, incluso con Setíen en el banquillo, en los que priorizó que pasasen pocas cosas tratando de cazar alguna contra. Triple 0-0.
El equipo blanquiazul consiguió romper el mal fario en la primera vuelta con el Lugo (0-3), un rival al que no había conseguido vencer tampoco a domicilio. Ahora, con el fortín de Riazor recuperado - tiene la mejor racha vigente del Grupo I en casa - y una afición que prepara una de las mejores entradas de la temporada tras agotar ya las entradas para buscar la séptima seguida... la primera ante el Lugo.
El último Deportivo - Lugo dio paso a la pandemia
El último duelo entre Deportivo y Lugo en Riazor no traerá buen recuerdo para los aficionados blanquiazules y no sólo por el resultado. Y es que aquel derbi disputado el 1 de marzo de 2020 fue el último que se disputó en el estadio herculino antes de la pandemia del COVID, el confinamiento y la posterior reanudación sin público de una temporada que terminó con la salida del fútbol profesional.