El Depor no carbura con el nuevo plan de Borja Jiménez

El Deportivo solo lleva tres partidos de liga, pero las dudas sobre el equipo crecen jornada a jornada. Los blanquiazules comenzaron con dos victorias poco convincentes ante la Balona (2-1) y Mérida (0-1), pero al tercer encuentro ya han volado los primeros puntos de Riazor. El Pontevedra arrancó un empate (1-1) que bien pudo ser una victoria si los granates, en especial Calvillo, hubiesen estado algo más acertados en las claras contras que tuvo desde que se adelantaron en el minuto 57. Un mazazo que golpea a un Borja Jiménez que ha apostado este año por un 4-2-3-1 que no carbura y flojea en todas las líneas. Lo mejor, a pesar de ceder dos puntos en casa, son sin duda los resultados.

El doble pivote

El técnico coruñés ha optado por variar el plan base de la pasada campaña, un 4-3-3, por la marcha de Juergen Elitim y su jerarquía en la construcción, y aprovechar a Mario Soriano en la mediapunta. El madrileño, una de las pocas luces del equipo, está respondiendo y lleva tres de los cuatro goles del equipo. Sin embargo, el doble pivote elegido (Álex Bergantiños y Villares) se está demostrando deficiente en la construcción de juego, con mucho pase de seguridad y poca velocidad tras robo, que sufre mucho en defensa cuando los partidos se abren y aparecen los espacios.

La delantera y las bandas de ataque

Con tres jornadas disputadas, los delanteros blanquiazules todavía no saben lo que es marcar. La pasada temporada, en los tres primeros partidos, Quiles, Miku y Noel llevaban dos goles cada uno. Las dudas de Borja con el ‘nueve’ han quedado patentes, tres distintos en tres encuentros: Gorka Santamaría (Balona), Zalazar (Mérida) y Pontevedra (Quiles). Si portería, defensa y pivotes han repetido todos los partidos, por las bandas de ataque ya han desfilado Víctor Narro, Quiles, Rubén Díez e Ibai, sin despejar dudas ni mejorar.

La defensa

El Depor no encajado muchos goles, dos en tres encuentros, pero los males de la pasada campaña siguen vivos. Se sufre mucho en los centros laterales y las transiciones hicieron mucho daño ante Mérida y Pontevedra. Los dos goles encajados son fruto de la estrategia. Ante la Balona fue un córner directo y contra los granates una segunda jugada después de otro saque de esquina. El nivel de Mackay está siendo bueno y los laterales son casi el principal argumento ofensivo, pero se generan muchos espacios a su espalda que interiores y pivotes no logran cerrar.

Sin control de los partidos

Borja puso en sus dos primeros onces a ocho titulares del año pasado, pero el equipo, en lugar de tener muchas rutinas interiorizadas, parece más verde que en septiembre de 2021. Todos los rivales, tres equipos llamados a pelear por la permanencia, han hecho daño de formas variadas a un Depor incapaz de gobernar los partidos. La Balona lo hizo en Riazor presionando arriba y poniéndose 0-1 antes del descanso. El Mérida optó por esperar, llevó peligro a la contra y pudo igualar en el último suspiro en un posible penalti de Lapeña. El Pontevedra esperó en el primer tiempo sin sufrir, en el segundo dio un paso hacia adelante, se puso 0-1 y luego pudo sentenciar a la contra.