El Castilla se estrella en Linares

Comenzaba el Castilla con un aluvión de bajas (Mario Martín, Vinicius Tobias, Carrillo, Edgar Pujol, Álvaro Rodríguez...) y el foco desviado por el ‘no fichaje’ de Raúl por el Villarreal y lo notó. Al menos lo primero. Y mucho. Enfrente se plantó un Linares serio, mucho, que no había logrado marcar hasta ahora pero consciente de que su victoria dependía de inhibir el fútbol creativo de los blancos. Dicho y hecho, pues Palacios, Nico Paz, Manuel Ángel o Gonzalo apenas inquietaron. La convincente imagen de la remontada en Antequera, e incluso del empate en Melilla, se esfumó en un duelo embarrado por una pifia de Lucas Cañizares, apaciguado por un penalti de Nico Paz y clausurado por Hugo Díaz cuando la bocina tintineaba...

Y ello a pesar de que Gonzalo comenzó rozando el larguero en el primer minuto. Pero el peligro se quedó tibio, como el Castilla cuando un error grosero de Lucas Cañizares levantó la pendiente de la noche. Perejón, muy activo en la primera parte, sacó el cañón, aunque de poco calibre porque el chut llegaba manso. No obstante, el bosque de piernas se convirtió en enemigo del guardameta blanco y así comenzó el Tourmalet. En un querer pero no poder se llegó al descanso, que revitalizó a los de Raúl. Un fútbol más reconocible e insistente, con más presencia en tierra hostil y apariciones, aunque esporádicas, de los peloteros colocaba el estado de alarma en Linarejos. Y en un córner despejó Molina con la mano. Pena máxima clara, como también lo era la segunda amarilla para el defensa. El barullo de la protesta no descentró a Nico, que hizo su tercer tanto del curso engañando a Casado.

Raúl movía aún más el árbol, especialmente con el ingreso de un Peter reactivo que obligó a pensar por qué comenzó el duelo en el banquillo. Algún desborde del melenudo extremo creaba peligro y rozó la remontada con una rosca que se marchó desviada por poco. Poco después, de nuevo Peter forzaba una falta en la frontal, la botaba y el rebote le llegaba a David González que no logró embocar... como sí hizo Hugo Díaz.

Instantes antes había sido ovacionado por sus 100 partidos como azulillo y se ganó la ovación mayor al aprovechar un servicio de Oyón. El killer centenario congeló a un Castilla que no encontró el ritmo ni las ocasiones en el suspiro final y se estrelló por primera vez en la temporada. Cuatro puntos en tres jornadas para cada equipo, pero con aspiraciones diferentes. Y el siguiente duelo del filial blanco será el miniderbi contra el Atlético B (sábado 16, 19:30 horas). Prueba de fuego para este Castilla en renovación generacional...