El Castilla no encuentra la receta

El Castilla puso el fútbol, pero el Recre tuvo más gol. Una y otra vez intentó el filial blanco descerrajar a Gálvez, pero el meta del Decano no entregó las llaves hasta el final, cuando fue demasiado tarde. Dos zarpazos onubenses cuando el partido amanecía -Del Pozo- y otro cuando el descanso tintineaba -De la Rosa con un gol de museo- podían más que un tanto postrero del Toro. Un Álvaro Rodríguez que atinó cuando ya era demasiado tarde. Tres partidos en el Di Stefano y los de Raúl aún no conocen la victoria...

Aunque el técnico buscó ese triunfo con una receta de circunstancias, aunque familiar. Con Carrillo en Girona y Obrador en la enfermería, Raúl tiró de Jacobo, un central de 18 años de enorme potencial al que abrillantan entre Arbeloa y el Siete y que ya ha testado Ancelotti entre semana, y línea de cinco, con Peter y Tobias como carrileros. Dibujo que llevó al Castilla a acariciar el ascenso... y que no tardó en congelarse a pesar de la temperatura en Madrid. Entre Caye Quintana y Josiel fabricaron una jugada que Del Pozo colocaría en la escuadra, lejos de Cañizares. A los cinco minutos, el Decano pegaba la primera dentellada. Y también la segunda, pero antes llegaría un monólogo del Castilla donde sólo faltó lo que el Recre tuvo a toneladas, colmillo.

Nico Paz no tardó en desenfundar al zurda para buscar la remontada: pase al hueco que Theo no convirtió por centímetros, falta directa que hizo volar a Gálvez y centro medido que Asencio envió demasiado centrado. Después sería Gonzalo, con un derechazo enroscado que entre Serrano y el larguero mandaron a córner. Y más adelante Peter en dos jugadas de vértigo donde se notó que el zurdo no es mejor carril para su zurda. Manuel Ángel controlaba el tempo, mientras que los de Abel Gómez tenían clara la receta: esperar y morder. Y vaya si lo hicieron. Del Pozo avisó con un zapatazo, recordando al filial blanco que sus llegadas no son faroles y poco después, en el 45′, nuevo revés. Sergio Díez colgó un balón que De la Rosa enjauló con una tijera de museo. El Castilla puso el fútbol, pero el Recre sacó el mazo.

Raúl no dudó y tras el refrigerio, adiós a la línea de cinco. Con ovación cerrada a Mario Martín, además, que volvía tras su operación de hombro del mes de julio. Un retorno exprés de un futbolista que entró al campo como capitán y acompañado por Álvaro Rodríguez (salieron Jacobo y Peter). Aunque fue Theo, con un misil al larguero de falta lateral, el que volvió a paladear un tanto huidizo. La soga del tiempo abrió el encuentro, con menos control y más vaivenes. Así encontró Álvaro la carrera de Víctor Muñoz, que sustituyó a Nico Paz, pero Gálvez sacó un pie de balonmano y minutos después tuvo manos de acero para despejar un chut de Mario Martín.

La aparición de Palacios dinamizó aún más el fútbol castillista, lleno de intención y falto de acierto. Hasta que El Toro abrió una rendija a la esperanza con un remate sensacional a centro de Tobias que se quedó en eso, esperanza. Los intentos del descuento, donde se ensució el duelo en alguna tangana, quedaron en nada. No hubo milagro. El Castilla es una montaña rusa que sigue sin conocer la victoria en el Di Stefano y no encuentra la receta de la regularidad.