Deportivo: el nefasto primer tercio de liga del favorito
Los coruñeses solo han ganado cuatro partidos y suman 18 puntos en 13 partidos, ni la mitad de los disputados. El líder está a 9 puntos y el playoff, a 5.
El Deportivo puso fin al primer tercio de liga en Tarazona cediendo un empate en el descuento que puede resumir perfectamente su horrible inicio de liga. Los coruñeses tan solo han sido capaces de sumar cuatro triunfos en estos primeros 13 partidos para sumar 18 puntos, ni la mitad de los que han disputado (39). La consecuencia es un proyecto diseñado para ascender perdido en la mitad de la clasificación y que está más cerca del descenso que del ascenso directo. Los de Idiakez han tenido problemas con lesiones importantes (Barbero y Yeremay) y varios errores arbitrales en contra (hace varias jornadas que no suceden), pero eso no puede justificar el pésimo rendimiento del equipo. El Deportivo, con todo su potencial, está a nueve puntos del liderato (Cultural) y a cinco de la última plaza de playoff (Barça B). Toda un crisis con muchos agujeros negros:
El gol, todo un problema
A pesar de que el empate en Tarazona llegó en un error defensivo colectivo, el gran déficit del equipo estuvo en su ineficacia por las numerosas ocasiones de gol perdonadas. Este problema ya se vivió ante Rayo Majadahonda, Teruel o Fuenlabrada. Con Barbero lesionado hasta enero, la responsabilidad debería recaer en Lucas Pérez, pero el de Monelos todavía no ha marcado esta temporada. El equipo solo suma doce goles y cinco de ellos los han marcado los centrales. Nadie ha marcado más de dos goles todavía.
Incapaz de enlazar victorias
La falta de regularidad es toda una barrera para un Deportivo que ha sido incapaz de enlazar tres victorias consecutivas en toda la temporada, algo que sí han hecho todos los equipos de arriba. El problema no es nuevo y se arrastra de la pasada temporada, ya que está a punto de cumplirse un año completo sin que la victoria se repita durante tres jornadas seguidas. Para encontrar cuatro, hay que irse hasta 2021 con Borja Jiménez en el banquillo.
Sangría en Riazor y mal con los de abajo
El Deportivo iniciaba su cuarta temporada en Primera Federación y todo el mundo tenía claro que no iba a ser fácil, pero no cómo iban a volar muchos de los puntos. El arranque en Riazor, un fortín desde el descenso, fue de cuatro partidos consecutivos sin ganar sumando tres puntos de doce, un solo gol a favor y con la derrota ante el filial del Celta de colofón. Al menos, ha ganado sus dos últimos partidos de local (Nàstic y Logroñés). A esta sequía de puntos se suman los que se ha dejado ante los equipos de abajo. Ha jugado contra cuatro de los cinco equipos en descenso y solo ganó al Sabadell (0-1), empatando con Rayo Majadahonda, Teruel y Tarazona.
Jugadores desaparecidos
El paso de las jornadas ha ido desnudando la plantilla con numerosos fichajes desaparecidos. La lesión de Barbero dejó claro el error de planificación al no contar con más delanteros puros y sí mucho ‘segunda punta’. En esa zona de ataque están decepcionando totalmente fichajes importantes como Cayarga, Hugo Rama o Valcarce, pese a que suma dos goles, o un Salva Sevilla del que se espera mucho más. Davo, que jugó los seis primeros partidos de titular, empieza a levantar la cabeza lentamente, aunque le queda mucho camino por recuperar. Las dos únicas novedades que han subido el nivel del equipo están en la zona de atrás: Pablo Vázquez y José Ángel.
Cinco puntos volaron en el descuento
Si el Deportivo dejó escapar un buen número de puntos en Riazor por su falta de pegada, a domicilio añadió en dos ocasiones la falta concentración en los tramos finales. Así ocurrió este sábado en Tarazona, donde Jaime marcó en el 86′ después de poder golear y el rival empató en el 95′; dos puntos menos. Peor fue lo de Fuenlabrada. Los coruñeses ganaban 0-1 en el minuto 91 y acabaron perdieron 2-1 con un doblete de Sergio Benito en el descuento. En total, cinco puntos menos que tendrían al equipo en una situación bien distinta a estas alturas.
Presión y ansiedad
El Deportivo contrató un psicólogo hace un mes y, por lo que parece, todavía tiene muchísimo trabajo por delante. La situación de ansiedad en la que se encuentran algunos jugadores quedó patente tras el pitido final en Tarazona. Cayarga, que había entrado en el 90′ y sin culpabilidad en el gol, rompió a llorar sobre el césped. En zona mixta un veterano como Salva Sevilla aseguraba que “el fútbol está siendo cruel con nosotros”. No es nuevo, tras la derrota en Riazor ante el Celta Fortuna Idiakez habló de que “a veces el ambiente pesa. Las ganas te hacer bloquearte”. Más contundente fue Lucas Pérez, que habló directamente de “miedo” ante el filial del eterno rival.
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