Cubillas, un ogro para el Depor y ahora también para la Ponferradina
El veterano delantero, que eliminó al Deportivo en el pasado playoff con el Castellón, anotó el tanto del triunfo del Tarazona en El Toralín
La historia reciente del Deportivo de la Coruña está llena de decepciones y de fracasos: la penosa temporada 2017-18 que terminó con el club en Segunda, el descenso a Segunda B tras el pifostio con el Fuenlabrada y los casos de Covid, las tres temporadas consecutivas en Primera RFEF y la desilusión en el playoff del pasado curso. El Castellón fue el equipo que apeó a los coruñeses de la carrera por el ascenso en un encuentro épico en Castalia que se decidió con un gol en la prórroga. El autor fue el mismo protagonista que, ahora como delantero del Tarazona, frustró a la Ponferradina el sábado en el Toralín (0-1).
David Cubillas (Castellón de la Plana, 1990) se está convirtiendo en un ogro para los grandes de Primera RFEF. Por A Coruña ya le conocen. Y por partida doble. Porque, a esa sonada eliminación en la promoción, se suma el empate contra el Tarazona del pasado fin de semana. Cuando los gallegos ya celebraban la victoria, apareció Cubillas en el minuto 90 para igualar el marcador. Esta jornada, el rival fue la Ponferradina, y el escenario, El Toralín. Un único tanto suyo en el minuto 75 a pase de Andreu Guiu (nada que ver con el canterano del Barça) bastó para evitar que los bercianos se encaramaran al liderato del Grupo I y para que el Tarazona lograra su segunda victoria de la campaña. Los tantos del ariete están haciendo soñar a la parroquia turiasonense con la salvación.
Antes de especializarse en desesperar a los grandes, Cubillas era un currante y humilde goleador de Segunda B. Formado en la cantera del Villarreal (regresó en la 2014-15 para jugar un año), curiosamente militó en el filial del Deportivo de la Coruña en la temporada 2011-12 (cuatro goles en cuatro partidos) y también pasó por el Espanyol B (fue convocado en alguna ocasión con el primer equipo aunque sin debutar). Sin embargo, su trayectoria se desarrolló por clubes modestos como el Benidorm, el desaparecido Huracán Valencia y la UD Melilla antes de estabilizarse en el Castellón.
En su ciudad natal logró dos ascensos (a Segunda B en la 17-18 y a Segunda en la 19-20) y portó el brazalete de capitán en sus seis temporadas. En total, disputó más de 150 encuentros como orellut y anotó en torno a 20 goles. Llama poderosamente la atención que nunca perdió cuando él marcó. Este verano, después de que el Alcorcón frustrase su segundo ascenso a Segunda con el Castellón, Cubillas decidió embarcarse en un nuevo proyecto con el recién ascendido Tarazona. Allí está aportando su experiencia y su capacidad rematadora para tratar de lograr la salvación. Y también, por qué no decirlo, su don para marcar y frustrar a los equipos importantes como el Depor o la Ponferradina. Ya están avisados la Cultural Leonesa, el Lugo, el Nástic de Tarragona y los filiales que dominan este año el Grupo I de Primera RFEF.
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