Aprobados y suspensos del Depor: Insuficiente en competitividad
El equipo blanquiazul dejó escapar el triunfo en la última jugada cuando tenía un saque de banda a favor en el área rival a falta de 30 segundos. Otro partido discreto lejos de Riazor.
Mackay: Salvó un mano a mano en el primer minuto y estuvo valiente en el juego aéreo. Nada pudo hacer en los dos goles del San Fernando.
Antoñito: Bien en defensa y con apariciones peligrosas en ataque, aunque con menos frecuencia a medida que avanzó el partido.
Jaime: Estuvo bien durante gran parte de los minutos, pero sigue cometiendo errores demasiado graves como para ser fiable.
Pablo Martínez: Notable rendimiento general, aunque sufrió en algún balón a la espalda.
Lebedenko: Buen estreno del ucraniano, que controló bien a Biabiany en la mayoría de acciones. Se le vio suelto también con la pelota.
Rubén Díez: Discreto partido del maño en un escenario poco favorable para su fútbol. Marcó el gol del empate y poco más.
Olabe: Se pasa de revoluciones en demasiadas ocasiones. Sigue saliendo a amarilla por partido y comete errores que cuestan caro. El penalti y la mala gestión del saque de banda previo al 2-2.
Villares: Posiblemente el más entonado en el centro del campo. Interrumpió siempre la circulación de balón del San Fernando y repartió juego con criterio.
Quiles: Lo salva el gol, pero poco más. Empieza a vérsele demasiado obcecado al intervenir menos en el juego.
Lucas Pérez: Acabó bajando a recibir más de lo que debería para entrar en contacto con el balón. Disparó al larguero y le anularon un gol por fuera de juego dudoso.
Saverio: No dejó una gran primera impresión el extremo, errático y sin acierto en las pocas ocasiones que le llegó el balón en ventaja.
Los cambios
Kuki: Sigue sumando minutos, sigue sumando partidos en los que pasa inadvertido. No fue capaz de aguantar la pelota en el corner en el último minuto.
Soriano: Su entrada supuso un soplo de aire fresco para el equipo. Buenos minutos desde el banquillo.
Pepe: Debutó después de un entrenamiento en un partido que estaba caliente. Algo perdido en el saque de esquina que cuesta el empate.