La Ponferradina se aferra a otra oportunidad ante un ‘nuevo’ Leganés
Carlos Martínez se estrena en el banquillo ‘pepinero’ en el partido de esta tarde en El Toralín, donde los locales buscan tres puntos para acercarse a su rival de hoy con la vuelta de Amo.
El Toralín acoge esta tarde otro partido determinante para la pelea por la permanencia de dos rivales, Ponferradina y Leganés, que llegan a este encuentro necesitados de victorias para afrontar con más optimismo lo que queda por delante. El cuadro berciano ha dejado escapar dos oportunidades para recortar puntos con la salvación y no quiere que se le vaya la tercera. Los de Gallego saben que ganando pueden dejar muy tocado al Leganés y avivar la pelea por escapar del descenso. Los pepineros, por su parte, llegan con la incógnita que supone un cambio de entrenador y con la esperanza de que sirva para romper una aciaga racha de cinco derrotas consecutivas y ocho partidos sin ganar (sigue el partido en directo en As.com).
David Gallego tendrá que retocar la defensa ante la baja por sanción de Adri Castellano, que dejará su sitio en el lateral izquierdo a Moi Delgado. También vuelve Amo, que podría volver a jugar con Sofian en el centro de la zaga, una pareja que dejó buen sabor de boca en los partidos ante Granada, Alavés y Mirandés. Por delante, la recuperación de Erik Morán puede venir acompaña de la titularidad del centrocampista vasco en detrimento de Agus Medina, mientras que Hugo Vallejo y Naim pugnan por la banda izquierda, con Dani Ojeda en la diestra. Arriba, Derik y Edu Espiau apuntan a repetir como dúo atacante. El técnico berciano insistió durante la semana en la necesidad de que su equipo clarifique las ideas del centro del campo hacia delante para reconciliarse con el gol después de dos partidos seguidos sin marcar. Esa falta de acierto arriba ha impedido aprovechar el buen momento defensivo del equipo, que suma tres jornadas sin encajar un gol pero sólo ha podido sumar una victoria y dos empates.
Necesitó el Leganés zambullirse en su peor racha del siglo XXI (el peor dato son las cinco derrotas consecutivas, lo nunca visto desde la 93-94) para dar un paso al frente y tomar medidas. Lógicas, por otra parte, viendo que este bloque creado para el playoff orbita ahora sólo cinco puntos por encima del pozo temiendo la pérdida de la categoría. La medida profiláctica fue la habitual en estos casos. Imanol Idiakez fue despedido el pasado martes entre dudas sobre una hipotética continuidad (el libreto de los nuevos dueños norteamericanos está cargado de paciencia) y sin candidatos que convencieran al club para relevar al guipuzcoano. Con el no del que más convencía, de Juan Ignacio Martínez, Butarque decidió dejarle la batuta al preparador de filial.
Una leyenda blanquiazul.
Porque Carlos (Maravilla) Martínez es tipo idolatrado en La Avenida de los Once Leones. Le ayuda haber jugado en dos etapas distintas y acumular 155 partidos oficiales, sólo seis menos, por ejemplo, que Unai Bustinza. Este extremeño de fina zurda, nacido en Llerena, fue capitán de aquel Lega que retornó al fútbol profesional anclado a la pizarra de Asier Garitano hace ya casi 10 años. Como futbolista destilaba clase y cercanía. Humor y normalidad. Ingredientes que ha tratado de inyectar al grupo en los escasos cuatro entrenamientos que ha dirigido tras el adiós de Idiakez.
La hoja de ruta blanquiazul es sencilla: si el Leganés vence hoy, se quedaría a ocho puntos del pozo, con el golaveraje ganado al equipo que lo marca y la percepción de que media salvación estaría en el bolsillo a falta de disputarse apenas 21 puntos más. En este escenario, lo normal es que Carlos continuara una jornada más y, probablemente, toda la temporada. Lo contrario, perder, podría reactivar la maquinaria para buscar reemplazo en Butarque. De ahí que el entrenador intuya ésta como la oportunidad de su vida. Una ocasión única de matar dos pájaros de un tiro: salvar al Lega y, de paso, opositar para el puesto.
Cóctel de esperanzas sin guion establecido. Martínez reconocía en la previa que él y sus ayudantes tenían “un huevo de dudas”, con todos los escenarios posibles. Desde la revolución de cambiar el once “desde la portería a la delantera”, hasta apostar por una línea continuista. Con sólo las ausencias de Iker Undabarrena y Juan Muñoz, la principal incógnita reside en saber quién ejerceré de pivote ante la ausencia del primero, intocable en la era Idiakez.