Xabi evita hablar de cláusulas: “Estoy muy vinculado al Leverkusen”
El técnico del Leverkusen respondió a Valdano sobre los rumores de una supuesta cláusula para salir al Madrid sin negar ni confirmar nada. Además, también trato su tema con Hacienda: “No iba a admitir que había cometido un delito”.
Xabi Alonso es uno de los técnicos de moda en Europa y, por tanto, no son pocos los grandes equipos que están pendientes de su situación contractual. Se rumorea que existe una cláusula en su contrato que le permitiría dejar el Leverkusen si el destino es el Real Madrid (o el Liverpool o el Bayern). Sin embargo, el propio protagonista no quiso aclarar las dudas: “¿Cláusula liberatoria? Bueno, esos son temas de contratos... Por ahora estoy muy vinculado al Leverkusen. Estoy muy cómodo ahora”.
Estas declaraciones las hizo en el programa Universo Valdano de este pasado miércoles, solo horas después de pasar a cuartos de la Pokal. En él, también explicó sus motivaciones para elegir el Leverkusen después de su paso por el filial de la Real Sociedad. “Sabía que este era un entorno relativamente agradable para un entrenador joven. Aquí no hay miedo. Italia, por ejemplo, me iba a costar más. Y la Premier la tenía más distante”, comentó, añadiendo que tuvo también alguna tentación de clubes españoles pero que eso se lo toma “con más calma”.
Como Emery, Arteta o Iraola, Xabi también es guipuzcoano y está triunfando en Europa. “Yo creo que es mucho por el carácter. Sobre todo, pensando en el colectivo. Y el sentimiento de responsabilidad. Querer cargar con ella pensando que es lo mejor y transmitir ese carácter”, explica al respecto. De su etapa allí como entrenador, en el filial de la Real, tiene muy buenos recuerdos: “La Real era Disneyland. En Zubieta se trabaja muy bien. Los chicos tenían toda la profesionalidad del primer equipo. El día a día era muy cómodo. Ver a algunos arriba, que Imanol siga apostando por ellos, me alegra mucho”. “Con una base de Zubieta, lo de la Real es muy excepcional en Europa. Aquí en Alemania se admira mucho”.
El Leverkusen ahora mismo es líder de la Bundesliga, está vivo en la Copa y pasó como primero en la Europa League. Sin embargo, no quiere presión: “El peso de la historia no me lo pongo en la mochila. Nadie nos exige ganar un título”. “No nos cortamos las alas, pero sabemos que queda mucho. Hay que buscar el equilibrio entre la ambición y la mesura. Tenemos mucha gente que necesita kilómetros, experiencias. Pero la idea está bastante afianzada. Y están educándose para competir naturalmente, no tener que hacer un gran esfuerzo”, sentencia.
Para llegar a este punto, esta temporada ha podido construir un equipo más acorde a su idea: “Ahora tenemos mejores piezas para dominar. El año pasado éramos más reactivos. Teníamos jugadores más frenéticos. Dábamos menos pases por secuencia y los partidos eran de ida y vuelta. Este año intentamos controlar más los partidos. Creo que así puedes tener un rendimiento más sostenible, ser más fiables. Quería que los mediocentros tuviesen más protagonismo y ser capaces de manejar desde ahí. Luego puede pasar lo que sea en el último tercio”.
Wirtz es uno de los mejores jugadores del equipo. Sobre él dice: “Hay que darle herramientas, pero no demasiadas, porque si no le vas a coartar su talento”. Y de Grimaldo: “Yo le conocía, lo analice mucho. También ha superado mis expectativas, claro. Lo hace todo bien. Puede jugar de lateral, de carrilero, de extremo, de interior... Los rivales le preguntan cómo entrena el golpeo. Le pega muy seco, de abajo, y tiene mucha caída. Tiene un pie pequeño”. Y también admitió que, al igual que se marchó Diaby este verano, es posible que pierda a jugadores importantes en las próximas ventanas: “Me dejaron claro que igual había que hacer ventas importantes”.
“No iba a admitir que había cometido un delito”
Además, también entró en el plano personal y comentó sus juicios contra la Hacienda Pública: “Hemos tenido la convicción desde el principio. Desde el rigor de haberlo hecho bien, acorde a la ley. Tener la convicción de poder demostrarlo hasta el final. Ha sido un camino largo, no ha sido fácil. Te llevan por una vía que no correspondía, la vía penal, cuando esto podía ser la vía administrativa. Un concepto de interpretación, pero nunca de defraudar. No fue cómodo. Lo hablas mucho con la familia, con los asesores. Pero al final nos hemos quedado con la sensación de que hemos peleado por algo que era justo. El honor de que no iba a admitir algo que no había hecho mal. No iba a admitir que yo había cometido un delito cuando no lo había hecho”.
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