“No podemos cagarnos en los pantalones, somos Alemania”

El futuro de Hansi Flick como seleccionador de la Mannschaft pende de un hilo después de la durisima derrota por 1-4 ante Japón. Nada más concluir el amistoso en el Volkswagen Arena de Wolfsburgo, el director deportivo de la tetracampeona del mundo Rudi Völler fue preguntado sobre la situación del técnico y evitó asegurar su continuidad en el banquillo alemán. Es más: según los principales medios alemanes, es muy probable que Flick sea cesado antes del amistoso del próximo martes ante Francia.

“Estoy un poco conmocionado. El ambiente era genial, el público estaba de nuestro lado al principio. Fue una vergüenza, pero el resultado también fue merecido. Una derrota así duele”, fueron la palabras de Völler después de la tercera derrota seguida y el quinto partido consecutivo sin ganar, algo que no ocurría en 59 años. Al ser preguntado por Flick, el ex delantero no quiso mojarse: “primero hemos de digerir todo lo que acaba de ocurrir. Mañana entrenaremos y luego jugaremos contra Francia. Después de eso, debemos analizar todo a fondo y pensar en cómo proceder. Veremos”. Sobre el duelo ante los galos añadió: “Ahora no podemos cagarnos en los pantalones, somos Alemania”.

Se trata de un drama sin precedentes en el fútbol alemán. Después de proclamarse campeona del mundo en 2014 y alcanzar las semifinales de la Eurocopa en 2016, la Mannschaft va de batacazo en batacazo. Fue eliminada en fase de grupos del Mundial 2018, en octavos de la EURO 2021 y de nuevo en fase de grupos en Qatar 2022. Desde entonces suma una sola victoria, un empate y cuatro derrotas. Völler lo tiene claro: “simplemente ya no estamos en el primer escalón mundial”.

Y la culpa no es sólo de unos jugadores que están lejos de rendir tal y como acostumbran a hacerlo en sus equipos, sino también de Flick. Desde que heredó el cargo de Joachim Löw en verano de 2021, el técnico del sextete del Bayern no fue capaz de reconstruir un equipo que ya se le había caído a Löw. Demasiados experimentos tácticos, demasiados debutantes y demasiados conflictos internos obligan a la directiva de la federación alemana de fútbol (DFB) a cuestionarlo todo a falta de ocho meses para la Eurocopa en territorio alemán.

El propio Flick sigue estando convencido de sí mismo: “creo que lo estamos haciendo bien (su cuerpo técnico y él) y que sigo siendo el entrenador adecuado. Pero sé que el fútbol va de dinámicas. No puedo prever lo que va a ocurrir. En primer lugar, la decepción es brutal. Actualmente no tenemos los medios para encontrar soluciones ante una defensa tan compacta. Sencillamente, fue demasiado poco por nuestra parte”, fueron las palabras del seleccionador después de la derrota ante Japón.

Lothar Matthäus, campeón del mundo en 1990 y analista televisivo en la actualidad, fue algo más claro: “lo malo es que el resultado es justo, incluso podría haber sido más abultado. El equipo alemán estuvo poco imaginativo, no fue compacto, jugó sin alegría, no tuvo confianza en sí mismo. Salvo Leroy Sané. En los últimos meses fueron pocos en la DFB los que respaldaron a Hansi. Dudo que ahora sean capaces de mantenerle en el cargo. Ha perdido la confianza que se había ganado”.

El problema es que hay poco margen de movimiento en cuanto a posibles sustituos. Jürgen Klopp es la opción preferida de la cúpula alemana, pero tiene contrato con el Liverpool hasta 2026. El que está sin equipo es Julian Nagelsmann, pero su contrato con el Bayern de Múnich hasta 2026, muy a pesar de su destitución, sigue en vigor e incluye una cláusula que deberá abonar cualquier entidad que quiera hacerse con sus servicios. Suenan también Matthias Sammer, Oliver Glasner y el propio Rudi Völler. La situación en Alemania es complicada. Y, a falta de ocho meses para su EURO, está lejos de resolverse.