Vinicius tiene otra cara con Brasil

Vinicius con Brasil no es Vinicius. Ni siquiera cuando su juego es brillante termina siendo decisivo. En el reciente encuentro contra Venezuela, fue el más destacado de su combinado. Provocó un penalti y asumió los galones de ser el lanzador. Pero los fantasmas regresaron. Falló desde los once metros.

La estrella del Real Madrid se tomó la primera cita del parón de noviembre como una reivindicación, tras la indignación en su país por la derrota en el Balón de Oro. Se notó. Lo intentó una y otra vez. Generó ocasiones y volvió loca a la defensa rival. La espectacular actuación de Aramburu -su marcaje- no evitó que hiciese una de sus mejores encuentros con la canarinha. Completó 14 regates exitosos ante la Vinotinto. La mejor cifra en su aventura con la selección. La segunda mejor de su carrera -después de un partido frente a Osasuna en la temporada 22/23-. Y, a pesar de todo, no remató la faena. Pudo haber evitado un doloroso empate contra Venezuela (1-1). El primer penalti errado del año tenía que llegar vestido de amarillo. Estaba escrito.

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Cuando su selección más le ha necesitado -a causa de la baja de Neymar-, no ha dado la talla. Fue uno de los más señalados por la eliminación de Brasil en los cuartos de final de la Copa América. Sus números son insuficientes: cinco goles y cinco asistencias en 36 partidos. Incluso, su compañero de equipo Endrick -tres goles-, encadena más tantos que Vinicius -dos- en las Eliminatorias Sudamericanas. Raphinha está asumiendo mejor la responsabilidad y siendo más determinante en los metros finales: 10 tantos y seis asistencias. El canterano de Flamengo le superó en todos los registros en el último encuentro: tiros, pases con éxito, pases en el último tercio y regates. El atacante del Barça intervino menos, pero fue más relevante en el resultado -marcó de falta-.

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A partir de su fallo desde el punto de penalti en el 62′, arrancó el cuento de nunca acabar. Peleas, conflictos con los rivales y palabras al árbitro. Los adversarios le sacaron del partido y evitaron que volviese a acechar el área. La afición ansía que se despierte por fin de esta pesadilla. Lo necesitan. El regreso de Neymar no tiene fecha. Y, aunque por rendimiento fue un paso adelante, el final rememoró a los últimos meses del crack brasileño con la canarinha.

Lo que en Brasil desean es la versión del Madrid, que de momento no aparece: con los blancos, ha anotado 30 goles en 48 apariciones en 2024, siendo de largo el mejor goleador del equipo; mientras que con Brasil apenas ha visto portería dos veces en once encuentros, superado incluso por sus compañeros Rodrygo y Endrick (tres tantos cada uno). Su país requiere un líder sobre el terreno de juego. A lo mejor se le está exigiendo demasiado pronto -como ha sucedido a lo largo de su carrera-. Tiene tan solo 24 años. La realidad es que es el nombre con más nivel de la plantilla y por ello debe poner punto y final a esta ‘maldición’ que experimenta con la selección brasileña.

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