PARAGUAY | VILLASANTI
Villasanti, director total
El mediocentro paraguayo de Grêmio fue una de las figuras más destacadas de la victoria de la Albirroja ante Nicaragua. Posee un estilo de juego muy técnico y de gran virtuosidad.
Paraguay ha finalizado su camino preparatorio previo a las Eliminatorias Sudamericanas con victoria ante Nicaragua. La selección guaraní solo disputó este amistoso en las fechas FIFA de este mes de junio, y sus siguientes retos serán Perú y Venezuela, en el camino por buscar la tan ansiada plaza en el Mundial de 2026.
El choque ante la selección centroamericana dejó varios nombres a seguir en una selección paraguaya que crece día a día. Figuras de enorme categoría y aún mayor proyección como son Almirón y Enciso hacen la diferencia en el apartado ofensivo, algo que no sería posible de no ser por las labores en zona de creación de Ojeda, algo más posicional y defensivo y Villasanti, el cerebro de la Albirroja.
El encuentro de Villasanti fue simplemente excepcional. La capacidad de ocupar diferentes zonas del campo, de usar múltiples recursos tanto en el pase como en la conducción son atributos que lo convierten en un jugador diferente para marcar la diferencia. Ante Nicaragua, Paraguay debía llevar el mando y disfrutar de muchos minutos con la posesión de balón en campo rival. En esa circunstancia, el jugador de Grêmio mostró enorme claridad de ideas y una muy buena capacidad de dotar de ritmo a la ofensiva en tres cuartos.
Versátil y en crecimiento
A sus 26 años, Villasanti completó el partido, algo que demuestra que esta en un buen momento a nivel físico, dada la exigencia de un sistema con dos puntas y tan solo dos pivotes. Es indiscutible en la sala de máquinas de Grêmio, donde es compañero de Luis Suárez en un equipo que plantea un fútbol notablemente ofensivo. Además, muestra una gran capacidad de mejora año a año, que lo podría situar en un momento más que óptimo en las fechas del próximo Mundial de 2026.
En el Brasileirao no se ha prodigado aún como un mediocentro asistidor o goleador, sino más bien como un canalizador de juego para transicionar de la defensa al ataque. En su club acostumbra a jugar por delante de una línea de 3 y con los carrileros muy avanzados, lo que le obliga a ser más comedido en ataque. En cambio, con la Albirroja tiene mucho más protegidas las espaldas, lo que le permite dar un paso adelante y jugar más cerca de los talentosos atacantes paraguayos.