Van Nistelrooy se come al Ajax
El PSV supo jugar perfectamente al equipo de Schreuder, perdido desde hace semanas. Los de Eindhoven fueron mejores en todas las facetas del juego.
La frase “hicieron su partido” se usa mucho y parece decir poco, pero ese cliché define bien la forma que encontró Van Nistelrooy para ganar al Ajax. Interpretó como debía el mal estado de su rival y se aprovechó de sus carencias, las cuales, hoy en día, no se pueden contar con los dedos de las manos.
El Ajax se desvanece en defensa cada vez que tiene que enfrentarse a una mínima exigencia de alto nivel (algo poco habitual en el día a día de la Eredivisie). Así se explica que Gakpo y Luuk de Jong fabricasen el primer gol así de fácil, como si estuviesen ante benjamines cuando se medían con Jorge Sánchez y Bassey respectivamente.
Los de Schreuder reaccionaron con tres disparos, uno de Brobbey, otro de Berghuis y una chilena de Kudus, todos ellos insuficientes como para empatar. Kudus, que jugó en su posición, la de mediapunta, por primera vez esta temporada, golpeó al palo antes del descanso.
Schreuder intentó agitar un poco el partido, porque el Ajax era totalmente impotente en ataque. El PSV le ganaba todos los duelos individuales, el centro del campo Sangaré-Veerman-Gutiérrez anuló a Edson-Berghuis-Kudus y las bandas eran totalmente inútiles. Por ello, decidió recuperar a Bergwijn a su posición ideal cambiándole de banda con Tadic. No sirvió de mucho.
Poco después del descanso, una defensa vergonzosa –otra más- del Ajax intentando despejar sin éxito un córner propició el gol de Gutiérrez. Rensch, de forma muy patosa, rozó el penalti sobre Simons, aunque el VAR avisó a Makkelie de que estaba siendo demasiado duro y rectificó su decisión. Este duelo ya provocó en la primera parte una tangana por una entrada especialmente dura del lateral derecho, esta vez jugando de lateral izquierdo, sobre el canterano del Barça.
El Ajax continuó precipitándose en la media hora que le quedaba. Renunciando a su estilo de dominio de la posesión, la creación de ventajas a partir del dos contra uno en banda y los pases altos de Berghuis porque, simplemente, era incapaz de practicarlo. Blind te quita tanto en defensa cuando juega como la salida de balón que no tienes cuando no juega, por lo que el equipo tiene un problema a resolver con ese aspecto.
El Ghazi pudo responder a la ley del ex de falta directa, pero golpeó el larguero. A empujones, el Ajax recortó distancias por medio de Lucca. Restaban cerca de diez minutos para el final. De la misma forma intentaron anotar el segundo, y aunque Edson Álvarez estuvo cerca, no fue suficiente.
El partido terminó 1-2, pero al Ajax le debe doler más la sensación de equipo sin rumbo y poco a lo que agarrarse que el propio resultado. Mientras, el proyecto de Van Nistelrooy suma argumentos para ilusionarse si son capaces de ganar los días grandes incluso cuando Gakpo y Xavi Simons no están especialmente inspirados.
‘Small-game Schreuder’
El Ajax puede continuar líder si gana su partido aplazado ante el Vitesse, pero todos estos puntos los ha logrado en partidos ante equipos mucho menores. Los únicos que ha jugado ante rivales de su talla, aspirantes a pelearles la liga, los ha perdido: 2-1 ante el AZ Alkmaar y este 1-2 con el PSV.
En otras competiciones ha sido más de lo mismo. En la Supercopa, ante el PSV, el equipo de Schreuder cayó por 3-5. Y contra Nápoles y Liverpool en la Champions League no es que perdiese los dos enfrentamientos, es que en los cuatro partidos les pasaron por encima.
Schreuder no está sabiendo plantear los partidos grandes y una prueba más de ello fue el partido de este domingo. Con esta victoria, el PSV rompe una racha de siete años sin ganar en Ámsterdam. El próximo gran partido será el clásico ante el Feyenoord, en De Kuip. Está programado para el 22 de enero, pero lo que no es tan seguro es si Schreuder seguirá siendo el entrenador del Ajax para entonces.