Uruguay recupera la ilusión

Hace dos años, el momento de Uruguay se veía rodeado de dudas. Con el proceso de clasificación al Mundial de Qatar 2022, la Celeste y Óscar Washington Tabárez decidían poner fin a su extenso vínculo. Una conexión que por momentos fue mágica, y que ensalzó la garra de la selección en más de una ocasión para que los resultados fueran lo mejor posible. No obstante, el presente de los uruguayos parecía estar en un camino distinto al que siempre se vio con el veterano técnico. Y después de probar y errar con Diego Alonso, parece que Marcelo Bielsa está levantando de nuevo la ilusión del país.

La victoria de Uruguay ante Argentina en La Bombonera es la respuesta a un nuevo proceso que quieren llevar a cabo dentro de la Federación. Uno en el que la nueva hornada de jugadores que está surgiendo en el país, encabezada por chicos como Fede Valverde, Ronald Araujo o Darwin Núñez, tenga un protagonismo que no siempre se ha visto en la selección. Al menos en lo futbolístico.

A día de hoy nadie descubrirá el pensamiento del ‘Loco’ Bielsa y su forma de afrontar las cosas. Capaz de llevar las emociones al extremo, el técnico argentino no duda en ser valiente para otorgar a sus pupilos la confianza necesaria para alcanzar cotas grandes. Y es que, esta Uruguay que irradia tanta calidad, necesita esa confianza para volver a estar en las quinielas como antaño. Con decisiones que pueden generar más o menos controversia, Bielsa trata de encontrar una línea de trabajo que entiendan los que le rodean, y que otorgue un valor añadido a lo que pueden dar los jugadores que convoque.

“Construir un modelo que vaya en contra de las habilidades de jugadores destacados en equipos europeos sería un error... En cualquier cancha y contra cualquier rival, vamos a tratar de dominar”, dijo recientemente el argentino, que con sus victorias ante Brasil y Argentina (ambas por 2-0) refuerza la idea de un modelo que también suele tener un gran desgaste a todos los niveles.

El periodo de unión entre Bielsa y Uruguay es corto, pero el lavado de cara y cambio de imagen ya es completo. Mientras todo un país vuelve a ilusionarse, el ‘Loco’ trabaja para que esta generación uruguaya trate de dar continuidad a todo conseguido por la anterior. Con un modelo y estilo muy distinto al de Washington Tabárez, pero recuperando un año después un alma que se había escondido en lo más profundo.

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