Un Galáctico en Asia

Corea del Sur sorprendió al anunciar hace un año que Jurgen Klinsmann era su nuevo seleccionador. El legendario exfutbolista alemán volvía de este modo a los banquillos tras tres años y después de haber sido despedido consecutivamente de Hertha, Estados Unidos y Bayern, sus anteriores experiencias como técnico. En su primera, con Alemania, también salió antes de tiempo, aunque en aquella ocasión porque decidió marcharse y no renovar.

Ahora, en su nueva experiencia, en una selección exótica pero con gran potencial como Corea del Sur, vuelve a saborear el éxito. Con un fenomenal Son como cabecilla y líder, los surcoreanos se impusieron de manera milagrosa ante la competitiva Australia y están ya en las semifinales del torneo.

Nada tendría sentido sin el delantero del Tottenham. Suya es la victoria, la remontada ante Australia y la selección en general -con permiso de Kang In Lee, que también está de dulce-. Cuando parecía que el destino volvería a hundir a los de Klinsmann, Son apareció en la última jugada del tiempo reglamentario para inventarse un penalti de la nada que anotó Hwang Hee Chan. Al igual que en octavos ante Arabia, Corea forzaba la prórroga que anulaba el gol de Goodwin.

En el tiempo extra volvió a aparecer un Son imparable. Una falta al borde del área la convirtió en un gol de bandera, un tanto que clasifica a su país para las semifinales y vuelve a ponerle a él en los altares y le refuerza como lo que muchos creen que es: el mejor jugador asiático de todos los tiempos.