“Tomas cocaína o un porro y te dan seis meses: me comí dos años por un jarabe para la tos...”
El exjugador de Atalanta y Sevilla está cerca de cumplir su sanción por dopaje de dos años. En su proceso ha admitido “odiar el fútbol” y necesitar atención psicológica para superarlo.
El Papu Gómez cuenta los días para volver a los terrenos de juego. El que fue parte de la selección argentina que coronó el Mundial de Qatar, cumple su sanción por dopaje de dos años impuesta en octubre de 2023 por consumir Terbutalina, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje, que se encontraba en un jarabe para la tos de sus hijos.
Ahora, a escasos meses de jugar de nuevo al fútbol, el argentino de 37 años ha fichado por el Padova de la Serie B italiana. Durante este proceso de adaptación, en el que ya se entrena con sus nuevos compañeros, ha concedido una entrevista para el podcast De Visitante, en el que reconoce haber pasado por momentos “realmente duros” en los que “tenía en mente el retiro”.
Para mí, el fútbol había muerto"
Alejandro Gómez
El jugador conoció la noticia militando en las filas del Sevilla en el que dice ser “el momento más top de su carrera”. Tras los hechos el equipo andaluz decidió rescindir su contrato, y en ese momento comenzó su parón: “Los primeros meses fueron duros. Me costó ver fútbol al principio , apagaba la televisión. Para mí, el fútbol había muerto“. Además, reconoce haber necesitado ayuda externa para superar el proceso. “Me aislé y empecé a trabajar con un psicólogo porque era un bucle del que no podía salir”, afirmó.
Meses más tarde acordó un contrato con el Monza, también de la Serie B, que le dio ‘cobijo’ hasta el mes de julio del año pasado. En todo este tiempo apartado el Papu no ha cesado sus entrenamientos, y muestra con indignación su rechazo a retirarse: “¿por qué me tienen que retirar así del fútbol si yo no quiero y no es mi momento? ¿Por qué lo van a decidir dos o tres personas de saco y corbata, que jamás hicieron deporte, cuándo retirarme?“.
cuando las cosas no están bien, no está nadie. Quedé sorprendido con mucha gente que desapareció”
Alejandro Gómez
Un mensaje de resistencia pese a sus 37 años, que va acompañado de una ‘puya’ por su sanción: "Tomas cocaína, te fumas un porro y te dan seis meses. Yo me comí dos años por tomarme un jarabe para la tos de mi hijo. ¿A quién le entra en la cabeza?“. Ataque que aprovechó también para ‘acordarse’ de sus excompañeros. “Cuando las cosas van bien están todos y cuando las cosas no están bien, no está nadie. Hay de todo, pero quedé sorprendido con mucha gente que desapareció”, concluyó.
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El caso de un jugador que pasó de lo más alto a tocar el suelo en un abrir y cerrar de ojos, pero que nunca pierde el optimismo: “No pretendo vivir de recuerdos. No puedo entrar a mi casa y ver un gol que metí hace 5 años. Para qué me sirve. Lo más importante es el presente”. Con estas palabras se abre una etapa llena de ilusión para un campeón mundialista negado a rendirse.
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