Tchouameni tiene dos caras

Aurelien Tchouameni es titular indiscutible con el Real Madrid y también con la selección francesa, en la que se ha erigido como un pilar fundamental para Didier Deschamps, a tal punto de que este lunes, contra Bélgica, podría repetir capitanía, en ausencia de Kylian Mbappé, desconvocado del presente parón internacional para reposar de la lesión que sufrió con el Real Madrid el 24 de septiembre.

En Bruselas, el centrocampista, de 24 años. sumará, si así lo estima el seleccionador, su 37º internacionalidad, habiendo disputado previamente 31 como titular y únicamente siete como suplente, cifras que refrendan su importancia en un equipo que necesitaba un centrocampista de su envergadura para subsanar el vacío que dejaron Pogba y Kanté, la dupla infranqueable con la que Francia ganó el Mundial de Rusia en 2018.

“Creo que es una realidad, siento la confianza del grupo y del entrenador. Desde el momento en que supe que sería capitán en el primer y segundo partido, fue un gran orgullo”, dijo el de Rouen en la antesala del partido contra Bélgica de la Nations League. El jueves, frente a Israel, su dupla con Camavinga en el mediocampo fue estelar, estrenando la capitanía con una prestación ostentosa que disipó las dudas que se habían concitado con su rendimiento.

Precisamente, en el Real Madrid, en el que ha jugado de central y de centrocampista esta temporada, existen ciertas dudas sobre su rendimiento, no así para Ancelotti, que le ha respaldado desde que aterrizó en junio de 2022 en la capital española, ni para Deschamps, que no dudó ni un instante en darle las riendas del equipo en una época en la que no abundaban jugadores para dar el relevo a Pogba y Kanté.

La capitanía de Tchouameni ha sido recibida con los brazos abiertos en el vestuario de Francia. Su importancia es total en la subcampeona del mundo, ya que, en la última Eurocopa, disputó todos los minutos menos en el primer partido contra Austria debido a una lesión de estrés en el pie izquierdo que le condicionó en el tramo final de la temporada pasada y que ha sido uno de los detonantes para que no saque a relucir su mejor versión en el arranque de la misma.

Trabajador, silencioso y jugador necesario para aportar equilibrio, Tchouameni ha ganado importancia con la selección francesa hasta ser designado, de forma interina, capitán. Nadie discute su rendimiento en los últimos meses. Tanto Ancelotti como Deschamps valoran el físico y el liderazgo del canterano del Girondins de Burdeos, baluarte y escudero de una Francia en la que ha sido titular en 13 de sus últimos 14 partidos internacional.

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