¿Superliga-UEFA... y ahora qué?

El fallo histórico del TJUE tildando de “abuso de posición dominante” de FIFA y UEFA por ser actualmente las únicas que pueden crear competiciones, además con posibilidad de prohibir las otras, genera un panorama legal complejo a partir de ahora. Según la sentencia, cualquier sociedad podrá crear los torneos libremente y eso avala a la Superliga, que rápidamente anunció cómo sería el suyo: 64 clubes, tres divisiones, 14 equipos...

“Sacaremos el torneo cuanto antes”, dijo Bernd Reichart, el CEO de A22, promotora de la Superliga, en declaraciones a este diario pocas horas después de que se produjeran los acontecimientos. En cualquier caso, pensar en una instauración inmediata de la Superliga parece complicado.

Para empezar, los clubes deben ser convencidos de unirse al proyecto y no todos dicen estar a favor. El Manchester United fue el primero de los ingleses en posicionarse en contra; después le siguieron el resto de los de la Premier y también el Bayern y el PSG, los dos grandes de Alemania y Francia. Los de la Liga española, liderados por el Atlético, se unieron al lema común de los contrarios a la Superliga: “Gánatelo en el campo”.

Además, la normativa actual -a pesar del fallo en su contra- sigue vigente e impide hasta su alteración que pueda haber otra competición paralela. El Caso Superliga sigue judicializado y en pleno proceso. De hecho, el TJUE trasladó el caso de vuelta al juzgado de lo mercantil número 17 de Madrid para que dicte sentencia. Se desconoce cuánto puede demorarse esto y cuánto tiempo más durará el litigio.

Para poder abrir el abanico, antes debe cambiarse la regulación actual. “Tras la sentencia, la TJUE reconoce a la UEFA como organizador de la pirámide que debe tener el fútbol. La realidad es que ningún proyecto ahora mismo tiene autorización para seguir adelante, lo demás es falso”, explicó Ceferin al respecto.

Vericueto legal

La UEFA y la FIFA acataron la decisión y, en el caso de la confederación europea, especificó que existe un “déficit histórico” en cuanto a la prohibición de otras competiciones. A nivel legal, el fallo le obliga a cambiar sus estatutos y a reconocer que otros también pueden proponer e instaurar torneos. Esto es algo que ya se había empezado a trabajar en UEFA.

Si modifica sus bases, tal y como exige la sentencia, es posible que entonces sí esté en posición de ser considerado el garante del fútbol europeo. Lo explicó el abogado y especialista en derecho deportivo Toni Roca en este diario: “Con las normas actuales está claro que hay un abuso de poder, porque lo que está pasando es contrario a esa norma; pero si hubiera otras normas más trasparentes quizá sí tendrían derecho a una prohibición”.

Un problema añadido para que el panorama actual cambie por completo de la noche al día es el de los derechos de televisión. La UEFA ya ha vendido los de la nueva Champions a partir de 2024 en varios países, con lo que ello repercute a los clubes a través de la ECA, y renunciar a contratos ya firmados suele ser dificultoso y además acarrea unos costes con cantidades amplias.

Mientras tanto, el eje central de la defensa de UEFA y FIFA está en una frase del fallo a la que se agarran con fuerza. “Sin embargo, una competición como la del proyecto de la Superliga no debe ser necesariamente autorizada. Al habérsele planteado cuestiones de carácter general acerca de las normas de la FIFA y de la UEFA, el Tribunal de Justicia no se pronuncia, en su sentencia, sobre este proyecto específico”.

La Superliga es más fuerte y la UEFA es más débil que ayer, pero la batalla no ha terminado. El proceso judicial prevé ser largo, con matices en las dos direcciones, hasta encontrar una solución. El fútbol europeo entra en un nuevo escenario. El Viejo Continente se abre a modificaciones reguladoras que hasta ahora parecían imposibles.

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