“Su legado es intocable”
El Manchester United habilitó Old Trafford para que aficionados propios, y de otros clubes, dejen sus mensajes y ofrezcan ramos bajo su estatua.
Todo el mundo llega al final del camino. Cada uno a su propio paso. Unos llegan antes, otros lo hacen más tarde. Hay quiénes durante el trayecto, tocan la vida de propios y ajenos. Personas como Bobby Charlton, cuyo impacto en el mundo del fútbol lo convirtió en leyenda a nivel mundial. Así lo explicó uno de sus compañeros de la selección inglesa que ganó el Mundial en 1966: “Podías viajar a cualquier parte del mundo, lugares en los que apenas se habla inglés, pero habrá dos palabras que sí conocerán, Bobby Charlton”. Su legado es indiscutible a nivel nacional. El futbolista inglés más exitoso, más brillante. Mayor todavía fue su impacto a nivel local, en Manchester, donde llegó a los 15 años en 1953.
Hasta 16 clubes se habían fijado en el talento del joven, originario del condado del noreste de Inglaterra. Jugaba en un combinado de alumnos de escuelas de su condado, Northumberland, pero fue el propio Charlton quien eligió al Manchester United por la forma en la que trabajaban con sus canteranos. Tuvo que convencer a su madre, pero el fútbol corría por las venas de la familia. Especialmente por las de su ascendencia materna, hasta cinco de sus tíos eran profesionales. Él también, en 1954, con 16 años. Con 18 debutó en el primer equipo frente al Charlton Athletic. Old Trafford fue su casa durante el resto de su vida. Dejó el equipo en 1973 pero diez años más tarde regresó como directivo, y ha pasado las últimas décadas cómo embajador de los red devils.
En marzo de 2009 recibió las llaves de la ciudad haciendo oficial el amor recíproco entre el exfutbolista y Manchester. Una de las gradas de Old Trafford lleva su nombre como homenaje a su trabajo y sus éxitos con el United. La que fue su casa recibe desde el domingo a cualquiera que quiera despedirse de Bobby Charlton. Desde las 10 de la mañana, el club habilitó una de sus suites para que aficionados propios, y de otros clubes, dejen sus mensajes y ofrezcan ramos de flores bajo la estatua de la Santa Trinidad del Manchester: George Best, Dennis Law y Bobby Charlton.
“No somos de Manchester, tampoco del United”. La familia Palmer pasa unos días en la ciudad visitando familiares, y aunque sus afiliaciones balompédicas se inclinan hacia los equipos londinenses, no pudieron dejar pasar la oportunidad de acercarse a Old Trafford a mostrar su cariño: “Era lo correcto”, afirma Glenn, padre de familia. “Era un gran jugador, y por lo que he podido escuchar también era una gran persona, de ahí que llegase a tanta gente alrededor del mundo”.
Simon Nolan, vecino de la cercana Salford, suele acudir más regularmente a Old Trafford, aunque la visita del domingo no envolviese a su equipo dispuntando un encuentro. “Jamás tuve la oportunidad de verle jugar en directo”, explica Nolan. “Empecé a seguir los partidos del United en directo desde finales de los 80, pero en casa siempre han hablado maravillas de Bobby Charlton. Es una leyenda, no solo de nuestro club, sino de nuestro país. Su legado es inmortal, intocable”.
“Cambió la historia del club”, reconoce alguien que sí lo vio jugar, Wylma Taylor. “Hacía mucho que no venía por aquí, pero hoy merecía la pena. Él era el Manchester United, y el Manchester United era él. Fue Charlton quien con su deseo y entrega ayudó a reconstruir al equipo y al club después de la tragedia de Munich. Fue él quien nos llevó a ganar la Copa de Europa diez años después, quien marcó dos goles en la semifinal del Mundial de 1966 para meter a Inglaterra en la final de Wembley”. La catedral del fútbol inglés también ofrecerá un homenaje a Bobby Charlton, según anunció la FA el domingo. “Sir Bobby recibirá un tributo el 17 de noviembre cuando Inglaterra reciba a Malta. Una auténtica leyenda del deporte. Jamás lo olvidaremos”.
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