Mbappé: 80M€ por negociar

Aunque era un secreto a voces que Kylian Mbappé iba a abandonar el PSG, el anuncio del delantero este viernes, confirmando su salida, ha provocado un terremoto de escala incalculable en Francia. La LFP mantenía una ínfima esperanza, posiblemente con la Champions, de que renovara, pero el día menos esperado por el fútbol francés llegó el 10 de mayo, ratificándose un anuncio que se había postergado pese a que el PSG lo había notificado de forma oficiosa en febrero.

La Ligue 1 no tiene todavía un comprador del paquete de los derechos televisivos para el período de las próximas cuatro temporadas, 2024-2028, y la salida de Kylian Mbappé le quita ostensiblemente un poder de negociación que ya padecía desde hace meses. El máximo organismo del fútbol galo, además, estaba pidiendo cantidades inasumibles para los principales teleoperadores, 800 millones de euros por el paquete nacional, máxime tras la salida del que ha sido, posiblemente, el mejor jugador del campeonato durante el presente siglo.

El principal atractivo de la Ligue 1 radicaba en el Paris Saint-Germain, que allegó, en los últimos años, a varios de los mejores jugadores del mundo, entre ellos Mbappé, Neymar, Messi, Sergio Ramos, Di María, Cavani o incluso Zlatan Ibrahimovic en su día. Con la salida de todos ellos, sin el capitán de la selección francesa, la LFP va a tener muchas dificultades para avenirse con algún canal para que alcance los 800 millones, una utopía en estos momentos, que pretende el fútbol francés.

En las últimas semanas, tal ha sido la crisis que acecha la economía de la Ligue 1 que el Estado, encabezado por Emmanuel Macron, se ha inmiscuido en las negociaciones para intentar que sea BeIN Sports, propiedad de Qatar, el que lleve la voz cantante en las negociaciones para la adquisición del paquete de las retransmisiones para las próximas cuatro temporadas. Si hay una empresa que, en cierta medida, se pueda acercar a las pretensiones del fútbol francés, esa es BeIN, aunque, por el momento, no consta un acuerdo entre ambas partes.

Hace dos meses, en el Elíseo, acaeció una cena, con Kylian Mbappé de comensal, a la que acudió Vincent Labrune, presidente de la LFP, y distintos dirigentes de BeIN, con Macron de espectador de lujo, para dirimir respecto al futuro de las retransmisiones de la Ligue 1. La salida del capitán de la selección francesa podría conllevar una pérdida de ganancia de 200 millones de euros, aunque BeIN Sports, de la que fue presidente Al Khelaïfi, todavía no ha dicho la última palabra. En todo caso, el fútbol francés está abocado a un ostracismo, a un lustro ominoso, a un período en el que nadie sabe quién tomará el testigo de Mbappé.

El PSG está mudo

El Paris Saint Germain sigue sin pronunciarse oficialmente respecto a la salida de Kylian Mbappé. Este viernes, después de confirmar su marcha el jugador, a Al Khelaïfi le pilló de sorpresa, ya que no estaba al corriente de las intenciones del máximo goleador de la historia del club, mudo desde entonces y sin hacer ni siquiera una mención en las redes sociales, denotando que la relación entre el presidente y el jugador está rota desde hace bastante tiempo. De hecho, únicamente su hermano, Ethan, y Achraf, se han despedido de él en las redes sociales.

Tales son las incógnitas para la despedida de Mbappé este domingo que el PSG, hasta ahora, únicamente ha anunciado formalmente un homenaje para este domingo, el de despedir a Michel Montana, speaker del conjunto parisino durante los últimos 26 años. Según L’Équipe, el encuentro contra el Toulouse, de la jornada 33 de la Ligue 1, servirá como fiesta para celebrar el 12º título de la Ligue 1 y no para agradecer al capitán de la selección francesa. Los ultras, que cenaron con Mbappé tras el anuncio de su salida en redes sociales, han preparado un tifo especial para tributarle y que se lleve el mejor recuerdo posible del Parque de los Príncipes.

Su salida todavía debe definirse

Aunque Kylian Mbappé, también el PSG, de forma oficiosa, ya ha anunciado que dejará París a final de temporada, la realidad es que los términos de su salida todavía no han sido definidos. El club debe dirimir con el jugador y su entorno si finalmente renuncia a una parte de su sueldo, más beneficioso a efectos fiscales, o, por el contrario, se compromete a ceder un porcentaje de la prima de fichaje que reciba del Real Madrid, más complicado de encajar en un balance.

En verano, justo antes de ser readmitido con el resto de la plantilla del PSG, el delantero se avino con Al Khelaïfi a perdonar 80 millones de euros en concepto de prima de fidelidad, a los que podrían añadirse más de 100 millones si finalmente el futbolista decide, en una especie de traspaso encubierto, dar una parte de la prima que le pague el Real Madrid por firmar. Nada está definido, tal y como destacan fuentes conocedoras de las conversaciones.

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