Sangría en el PSG

El PSG no gana para disgustos en cuanto a lesiones se refiere. Con febrero recién estrenado, el mes en el que se decidirá el devenir de la temporada, los parisinos sufrieron contra el Toulouse otro infortunio. Renato Sanches abandonó el terreno de juego en el primer tiempo tras romperse muscularmente y, aunque el club no ha especificado el alcance de la lesión, por las imágenes, en la que se vio a l portugués saliendo entre lágrimas del césped, los augurios no parecen ser positivos para Galtier.

La de Renato Sanches es la última de una retahíla de lesiones que pueden mermar al PSG a poco más de una semana de iniciar la doble confrontación contra el Bayern en los octavos de final de la Champions League. El primero en caer fue Kylian Mbappé, que estará tres semanas de baja por unas molestias en el aductor izquierdo y cuya presencia en el Parque de los Príncipes el 14 de febrero está prácticamente descartada.

La baja del francés supone un jarro de agua fría para el PSG. El delantero no es solo el máximo goleador del equipo esta temporada, sino que supone una amenaza constante para los rivales y su nivel durante el presente curso, incluido el Mundial, en el que marcó un hat-trick en la final, ha sido sobrenatural. Los de Galtier no tienen un sustituto natural del talento de Bondy. Ekitiké es una promesa y no ha demostrado, de momento, estar preparado para las grandes citas.

A Mbappé hay que añadir Kimpembe. El defensa forzó en noviembre para estar en el Mundial y recayó de sus molestias en el gemelo, esas que le han mantenido apartado del verde durante prácticamente todo el 2023. El internacional francés, indiscutible para Galtier durante el comienzo de la temporada, no tiene asegurada su presencia ante el Bayern. Su baja, no obstante, no está ni por asomo a la altura de la de Mbappé, que es un futbolista insustituible.

Ramos y Neymar fueron los últimos jugadores en engrosar la enfermería del PSG. El camero, lesionado en el aductor, se reincorporará a los entrenamientos a comienzos de la próxima semana, tal y como informó la institución francesa en un parte médico emitido el pasado sábado. Con el brasileño, la incertidumbre es mayor. Su tobillo no está del todo curado, su nivel, salvo un partido, después del Mundial no invita al optimismo y sus últimas ausencias le han frenado completamente el ritmo.

El PSG entra en un período decisivo de la temporada. El miércoles, el líder de la Ligue 1 viajará a Marsella para enfrentarse al OM en el Clásico del fútbol francés en los octavos de la Copa de Francia. El sábado jugará en Mónaco un partido clave por el liderato de la Ligue 1. El 14 se medirá al Bayern en la ida de los octavos de Champions y cerrará el mes contra el Lille en el Parque de los Príncipes y volviendo a Marsella para cerrar febrero. Partidos que, indudablemente, marcarán el resto del año.