“Salvamos la vida de Cassano en un parking...”
El doctor histórico del Milan, Rodolfo Tavana, repasó unos acontecimientos que tuvieron como protagonistas a Marco van Basten y Antonio Cassano.


En la memoria colectiva de la afición del Milan, fue el médico de Berlusconi. Rodolfo Tavana, conocido por todos como “Rudy”, ganó la Champions League y varios títulos de liga con los rossoneri, además de tratar al inolvidable presidente del club italiano. Su entrevista en La Gazzetta dello Sport es un extenso repaso a los acontecimientos que marcaron su etapa en el Milan, repleta de anécdotas y curiosidades que sin duda quedarán en la historia del club.
Fue él quien se opuso a la cirugía de Van Basten, por ejemplo. Una intervención que contribuyó a que su carrera terminase a los 30 años porque su condición física le impidió volver a competir al más alto nivel: “Me opuse a la primera operación, luché hasta el final. El cirujano quería limpiar el cartílago, le dije a Marco que no debía retirar la mínima protección que quedaba. Fue inútil y lo siento, porque podría haberse dado a sí mismo y a nosotros dos o tres años más de su fantástico fútbol. Van Basten sigue siendo mi mayor arrepentimiento”.
Pero uno de los episodios más impactantes, sin duda, involucró a Antonio Cassano, cuyo susto Rudy recuerda y, sobre todo, una decisión que le salvó la vida: “Tras aterrizar en Malpensa, de regreso de un viaje a Roma, Thiago Silva vino a verme: ‘Doctor, Cassano no se encuentra bien, está confundido’. El Dr. Mazzoni y yo lo localizamos en el aparcamiento. Quería irse a casa en su coche. Le hicimos unas pruebas neurológicas básicas; algo no iba bien. No sabíamos qué era; podría haber sido isquemia. Tuvimos que acelerar el proceso para minimizar cualquier daño. Mazzoni se quedó en su habitación a dormir con él; no debió ser una noche fácil... Las pruebas determinaron que se trataba de un problema neurológico de origen cardíaco. Cassano fue operado y el problema se resolvió. Recuperó su capacidad para competir”.
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De ahí un antes y después: “Cassano me dio las gracias efusivamente. “En el aparcamiento, tu autoridad me obligó a obedecer”. Por cierto, unos años antes, Egidio Calloni (exdelantero centro del Milan en la década de 1970) había sufrido lo mismo. Tuvo suerte dos veces: sufrió un golpe mientras conducía, se salió de la carretera y sobrevivió.
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