Guerra civil en el Liverpool
Las declaraciones de Salah tras su 3ª suplencia consecutiva ponen en seria duda la continuidad de Slot, técnico del equipo: “Teníamos una buena relación... pero ya no”.
La crisis de resultados red había tenido a Arne Slot caminando por el filo del precipicio durante semanas, pero finalmente podría ser uno de los líderes del equipo y leyendas del club quien le haga ‘despeñarse’ en el banquillo local de Anfield. Las incendiarias declaraciones de Mohamed Salah lo cambian todo. El todavía técnico holandés del Liverpool no está sentenciado... pero casi. Tanto como para que muchos empiecen a pensar, e incluso a pedir, que el empate ante el Leeds United (3-3) sea el último partido de Arne Slot al frente del conjunto red.
El enésimo pulso de Salah al club, como ya ocurriera el curso pasado durante las arduas negociaciones para su renovación, ha puesto a Arne Slot directamente en el centro de la diana. “He dicho muchas veces que tenía una buena relación con el entrenador, pero de repente ya no la tenemos, no sé por qué. Me parece que alguien no me quiere en el club”, llegó a afirmar el egipcio en TV 2 Sport. El Faraón, que se siente “muy decepcionado” y “traicionado”, se pronunció tras no disputar ni un solo minuto en su tercera suplencia consecutiva en Premier League: West Ham, Sunderland y Leeds United.
El incendio provocado por Mohamed Salah en Anfield pone a la directiva, con Michael Edwards y Richard Hughes a la cabeza, entre la espada y la pared. Si bien sería bastante peligroso crear un precedente en el que el poder de un jugador, independientemente de quien sea, provoque el despido de un entrenador, la aparición de nombres como los de Oliver Glasner, técnico del Crystal Palace, y Steven Gerrard, leyenda red sin equipo, hacen pensar que Arne Slot está más fuera que dentro del feudo red. Cuando el río suena...
El Liverpool encadena tres encuentros consecutivos sin perder, pero el bagaje del vigente campeón de la Premier League sigue siendo muy pobre. Octavo con 23 puntos, el líder ya está a 10 de distancia y los puestos de Champions League, a dos. Si bien Arne Slot fue capaz de cortar, precisamente sin Mohamed Salah en el campo, una hemorragia de nueve derrotas en 12 partidos entre todas las competiciones, su Liverpool sigue siendo un equipo con mandíbula de cristal. No hay mejor ejemplo que el 0-2 que desperdició en Elland Road y el tanto que acabó encajando en el 96′.
Por su parte, el “thrown under the bus” de Mohamed Salah completa el amplio catálogo de ‘dardos’ lanzados por la estrella red, de 33 años, hacia el club. También fue el propio Faraón quien llegó a afirmar que estaba “more out than in” después de que, según el egipcio, el club no le hubiera presentado ninguna oferta de renovación cuando apenas le restaban unos meses de contrato. Finalmente, en abril, Salah se salió con la suya y el Liverpool anunció su millonaria continuidad hasta 2027.
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Arne Slot siempre habló del egipcio como alguien que “ha sido muy importante y seguirá siéndolo en el futuro porque es un jugador muy especial”. Sin embargo, las declaraciones de Salah han terminado por dinamitar la relación del vestuario con su entrenador, quien también tiene contrato con el Liverpool hasta 2027. En cuestión de una semana, el egipcio hará las maletas y se concentrará con su Selección de cara la disputa de la Copa de África. Después vendrá el mercado invernal. Para entonces, uno de los dos, bien Arne Slot bien Mohamed Salah, podría haber abandonado Anfield. Pero quien más papeletas tiene en estos momentos es el técnico holandés.
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