Rüdiger, a gritos en el vestuario
El central del Real Madrid, uno de los principales señalados tras el batacazo de la ‘Mannschaft’ en Eslovaquia, mantuvo una charla acalorada tras el pitido final.

La derrota de Alemania por 2-0 ante Eslovaquia, la tercera consecutiva de la tetracampeona del mundo tras ser vapuleada en el Final Four de la Nations League, dejó al descubierto la preocupante fragilidad defensiva de la Mannschaft y abrió un frente inesperado en el vestuario. Durante los 90 minutos, la zaga dirigida por Julian Nagelsmann se mostró débil y errática, con Antonio Rüdiger como principal señalado tras fallar en ambos goles. El madridista quedó retratado especialmente en el segundo tanto, cuando el delantero Strelec le rompió la cintura antes de colocar el cuero en la escuadra.
Pero lo más llamativo ocurrió después del pitido final. En la intimidad del vestuario de Bratislava se produjo una charla cargada de frustración en la que no solo habló el seleccionador, sino también el propio Rüdiger. Según confirmó Maximilian Mittelstädt, “el entrenador dirigió unas palabras a la plantilla y Toni Rüdiger también habló al grupo”. Aunque no trascendieron los detalles de esa charla, el diario alemán Bild apunta que el central del conjunto blanco llegó a levantar la voz e incluso “gritó”. El núcleo de su mensaje: la falta de mentalidad de las estrellas alemanas.
El técnico, tocado
Nagelsmann también se mostró afectado ante los micrófonos. “Cada uno debe comprender que estos partidos hay que afrontarlos como una semifinal de Champions. Con el freno de mano puesto no basta, ni siquiera contra rivales como este”, subrayó. El mensaje, tanto del técnico como del llamado a ejercer de jefe de la zaga, fue interpretado como una llamada de atención urgente antes del choque del domingo en Colonia contra Irlanda del Norte, donde Alemania se jugará más que tres puntos: recuperar credibilidad y confianza.
Noticias relacionadas
El exinternacional Bastian Schweinsteiger, ahora analista televisivo, tampoco ocultó su decepción: “Tengo que pararme a pensar cuándo fue la última vez que vi a los aficionados alemanes despedir a sus propios jugadores con pitos. Me dolió en el corazón. En ningún momento del partido creí que lo fuéramos a ganar. Fue un duro golpe “, analizó el mito del Bayern y añadió: “Fuimos realmente malos, sin buenos pases, sin generar peligro. Tenemos que estar contentos si nos clasificamos para el Mundial. Si jugamos como hoy…”.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar