¿Qué fue de René Higuita? ‘El Loco’ colombiano que pasó a la historia por su escorpión
El guardameta colombiano sigue trabajando para Atlético Nacional en la actualidad. Cambió las reglas del fútbol e incluso pasó por la cárcel.
¿Qué tiene que ver Frutiño, la versión colombiana del Tang, con el escorpión de René Higuita, el más famoso de la historia del fútbol? Realmente todo. Todo comenzó con un anuncio. Así lo confesó aquel día en Wembley. El portero fue fichado para anunciar Fruitiño y se le ocurrió que hacer un escorpión para sacar un balón mientras jugaba con unos niños le daría un punto espectacular al anuncio. Ahí nació la idea que daría fruto a una acción legendaria.
Corría 1995. Inglaterra y Colombia se enfrentan en Wembley en un amistoso internacional. La selección de Hernán Gómez tiene en el campo a Higuita, claro, a Valderrama, Asprilla o Freddy Rincón. Enfrente, una Inglaterra con varias leyendas como Alan Shearer, aún máximo goleador histórico de la Premier League, Paul Gascoigne, el luego madridista Steve McManaman o David Seaman. El partido, que acabó con 0-0, no estaría ni cerca de entrar en la historia del fútbol de no ser por un loco. El loco, con su larga melena rizada, que decidió hacer la parada más difícil de todas.
El balón llega a la frontal del área y Jamie Redknapp le pega bombeado desde unos treinta metros de distancia respecto a la portería. René Higuita tiene una idea. El colombiano mide y da dos pasos atrás para atrapar el balón, pero lleva los brazos abajo. Cuando el esférico está cerca de cruzar la línea, René se lanza de cabeza y la saca ejecutando un escorpión perfecto. Allí donde Inglaterra era imbatida en el fútbol primigenio, donde tantos equipos alzaron la FA Cup, donde Puskas dejó su icónico giro... En la Meca del fútbol, Higuita dejó su sello.
“Yo recuerdo que hago el escorpión en una publicidad y queda gustando, y yo antes de los partidos lo practicaba y la gente en los estadios me lo pidió, yo empecé a trabajarlo y trabajarlo y dos años después decidí hacerlo, yo dije, ‘en cualquier momento, no sé dónde me van a tirar ese balón pero lo voy a trabajar’, siete años después en Wembley me lo tiraron, las cosas no son casuales, hay que trabajarlas también”, aseguró sobre esa jugada en Diario AS recientemente. Una que repitió ante Alemania, en el partido de despedida de Diego Armando Maradona, de Mauricio Sera y de Víctor Hugo Aristizábal entre otros.
¿Quién fue René Higuita?
José René Higuita Zapata (Medellín, 1966) fue un portero de época en Sudamérica. El colombiano, que disputó la mayoría de su carrera en el fútbol de su continente, formó parte de una de las mejores generaciones colombianas junto a Valderrama, Freddy Rincón, ‘El Tren’ Valencia o Faustino Asprilla pero que no brilló al nivel de la generación de Falcao o James Rodríguez ni en la Copa América ni el Mundial de Italia 90, eliminados por la Camerún de Roger Milla (aprovechando un error de Higuita) en octavos de final. Pero el de Medellín, más allá de su buen nivel bajo palos, sorprendió por sus excentricidades en el campo y varias polémicas fuera de él.
René nunca tuvo una vida fácil. Hijo de madre soltera, fue criado por su abuela después del fallecimiento temprano de esta. Aunque tenía claro que el fútbol era lo suyo desde bien temprano, el de Medellín realizó diversos oficios para llevar dinero a casa como, entre otros, vender diarios. El fútbol a nivel profesional comenzó en 1985. Un joven Higuita debutaba con Millonarios. Desde temprano demostró un estilo propio y poco habitual. Ahí es donde aparece Pacho Maturana, la figura clave para entender a esta generación colombiana. El entrenador confió en él para que fuera el portero titular de Atlético Nacional, uno de los grandes del país, donde sería clave en cada éxitos. En su primera etapa con ellos llegaría a ganar la Copa Libertadores a Olimpia en penaltis y estaría cerca de hacerse con la Intercontinental, que perdería en el último minuto de la prórroga contra el Milan.
En 1990, sería Maturana en el que diese la titularidad en la portería de la selección en un Mundial en el que el fútbol colombiano brilló por su vistosidad, la calidad y el carisma de varios de sus jugadores. El foco mundial les valió para que el fútbol le diese una oportunidad fuera de Sudamérica. El destino fue Valladolid, donde marchó con Maturana y Valderrama para unirse a Loenel Álvarez, que ya jugaba con los vallisoletanos. Todos llegaban como estrellas de su fútbol, incluido el míster, y salieron mal de Pucela después de que el equipo bajara a Segunda División.
La aventura europea duró poco y decidió volver a Atlético Nacional el cual dejó en 1997 después de ganar, además de la Libertadores, una Liga Colombiana (1994) y dos Copas Interamericanas (1990 y 1997) por el Tiburones Rojos mexicano. De ahí, su carrera fue variando pasando por Independiente de Medellín, Real Cartagena, Atlético Junior, Deportivo Pereira, Bajo Cauca, Aucas (Ecuador), Guaros (Venezuela), Deportivo Rionegro y Deportivo Pereira donde colgó las botas en 2008 con más de 40 años.
Una parada le hizo entrar en la leyenda, pero también sus goles ocupando el quinto puesto de arqueros más anotadores con 43 detrás de Rogério Ceni, Chilavert, Ivankov y Jorge Campos. Además, el meta sostiene que gracias a él la FIFA cambió la regla de la cesión a la actual que es conocida como Ley Higuita. “Yo creo que ni Maradona, ni Messi ni Ronaldo ni Ronaldinho han hecho cambiar las normas de la FIFA. Lo hizo un colombiano, que le dijo al mundo que los porteros tienen que jugar con los pies. Eso es lo más bonito lo que dejo en el fútbol”, aseguró en Jot Down sobre este particular legado que dejó al balompié.
A día de hoy, René Higuita sigue trabajando para Atlético Nacional. El verdolaga tiene en nómina al colombiano que fue preparador de sus guardametas y ahora trabaja en tareas de embajador del club.
El René persona: la amistad con Pablo Escobar, la cárcel, la tele...
René Higuita ha ocupado titulares de todo tipo en la prensa colombiana. El guardameta lo hizo por gestas deportivas, pero también por sus relaciones con el narco. Higuita acudió en 1991 a visitar al jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, del que se declaró su amigo, y en 1993, fue arrestado por estar implicado en un caso de secuestro. Higuita medió en la liberación de la hija de Luis Carlos Molina Yepes, un banquero cercano a Pablo Escobar. Esta mediación estaba reconocida como delito y pasó nueve meses en La Modelo de Bogotá, perdiéndose el Mundial de Estados Unidos. En su estancia, llegó incluso a declararse en huelga de hambre. Recientemente, recordó su condena en este diario. “Intermedié y me llevaron allá porque no era político. Me dio la libertad para conocer gente buena, gente mala, de ser amigo, de ser esa iglesia a donde van todos. Aprendí a recibirlos a todos. Ahí todos me hablan de la familia, del amor. Le puedo decir, narcotraficantes, violadores, guerrilleros, paramilitares y encuentran lo que no han encontrado en otras personas. Fui como ese pastor. En mí encontraron el amigo que nunca tuvieron”, afirmó.
En otro capítulo oscuro de su carrera también se encuentra una agresión a un periodista o el positivo por cocaína en noviembre de 2004 tras un test antidopaje después de un encuentro de su club en ese momento, el Aucas.
Al meta siempre le gustó estar en el foco, además, literalmente. Aparte del famoso anuncio que vio nacer su escorpión, el guardameta estuvo en televisión participando en 2005 en ‘La isla de los famosos’ en el canal RCN, donde también triunfó quedando quinto en una edición y segundo en la siguiente. En la segunda mitad de ese mismo año, sumó otro ‘reality’ a su currículum con ‘Cambio Extremo’, donde se sometió a varias operaciones estéticas (liposucción, aumento de mentón, estética dental...) y compartió este proceso con los televidentes.
El loco Higuita sigue siendo un referente para todas las generaciones de dementes que, como él, deciden ponerse bajo palos. Su última aparición fue en Londres, en el mismo estadio en el que su selección y España se enfrentan este viernes, el Olímpico de Londres para dar un abrazo a uno de los que reconoce como uno de los suyos, El ‘Dibu’ Martínez. El último ‘loco’ que hizo vibrar a todo el planeta en un Mundial.
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