AFC CHAMPIONS | AL HILAL 1-NAVBAHOR 1
Primer revés para Neymar
El Al Hilal salvó un punto en el descuento ante el Navbahor de Uzbekistán en su estreno en la Champions asiática. El brasileño perdió los papeles en una actuación gris.
Neymar, de la sonrisa a la frustración en apenas tres días. Tras cuatro triunfos consecutivos ligueros, el Al Hilal, liderado por el crack brasileño, se estrenó con un agridulce empate en el debut del equipo de Jorge Jesús en la AFC Champions, o lo que es lo mismo, la Champions asiática. Y pudo ser aún más dramático. Gracias a un cabezazo de Al Bulayhi en el minuto 100, el equipo saudí rescató un punto ante un Navbahor de Uzbekistán que cerca estuvo de dar la campanada en el que es el primer tropiezo del ‘10′ desde que aterrizó en Oriente Medio. Un recuerdo del pasado. En su estreno en la máxima competición continental a nivel de clubes del gigante asiático, Neymar no estuvo a la altura y acabó frustrado, al límite de sus fuerzas y con la mirada perdida. Como muchos de sus días en París. Aunque no fue por insistencia.
Desde el pitido inicial, el crack brasileño fue protagonista. Primero, arengando a la grada del Prince Faisal bin Fahd Stadium en busca de calor. Y segundo, en lo deportivo. El brasileño asumió galones y fue la principal pesadilla del Navbahor durante los compases iniciales del partido. Por medio del balón parado y con su jugada clásica de banda izquierda hacia dentro, Neymar se echó el equipo a las espaldas y de sus botas nacieron las dos primeras ocasiones. Malcom desaprovechó un balón muerto en el segundo palo y, minutos después, Mitrovic, tras un gran reverso dentro del área, no logró romper tampoco las tablas gracias a una gran intervención de Yusupov. El equipo de Jorge Jesús era dueño y señor del partido, con Neymar gustándose sobre el verde y el Navbahor bien replegado atrás, con oficio y esperando castigar a la contra. Lo harían minutos más tarde.
Escoltado por Neves, con Malcom haciendo daño desde dentro y Mitrovic fijando bien a los centrales, Neymar se erigió como la vena aorta por la que pasó todo el torrente futbolístico ofensivo del Al Hilal. De hecho, suya fue la ocasión más clara del primer período. En una falta directa dos pasos atrás de la línea que delimita el área, Neymar buscó el disparo potente y raso por debajo de la barrera, pero Yusupov no cayó en la trampa y con una buena mano mantuvo con vida al Navbahor. El gol de los saudíes rondaba la portería visitante, pero el equipo de Samvel Babayan aguantó el tipo desde una férrea defensa y se lanzó en busca del descanso como un naufrago a tierra firme. Con éxito. Porque el Al Hilal se fue al entretiempo sin el premio del gol, y a la vuelta, recibió el castigo. Porque el fútbol no va de merecer. Con el equipo de Jorge Jesús lanzado en busca de romper el muro uzbeco, el georgiano Tabatadze abrió la lata. En un contraataque ejecutado a las mil maravillas, Ismoilov sirvió para que el ‘91′ fusilase a Al Owais desde dentro del área y adelantase al Navbahor.
La respuesta del Al Hilal no tardó en llegar y Neves, con una volea desde fuera del área, cerca estuvo de igualarlo, pero su disparo llegó sin apenas fuerza. El gol hizo mucho daño Al Hilal y mucho más a Neymar. El brasileño entró en fase de frustración, envuelto en tanganas, discusiones con el colegiado y con claros gestos de desesperación. De hecho, el brasileño, fuera de sí, perdió los papeles y recibió cartulina amarilla tras un empujón y posterior pelotazo a Urunov tras una falta. A pesar de ello, el ‘10′ no desistió y con un cabezazo desde el corazón del área y un disparo con pierna izquierda a la salida de un córner apunto estuvo de empatar el partido.
Con el paso de los minutos, el Navbahor dio par de pasos atrás, renunció al ataque y entregó las llaves del partido a un Al Hilal que se lanzó a tumba abierta en busca de las tablas. En esas, Yusupov echó el cerrojo y todo apuntaba a que sería la primera derrota de Neymar con el Al Hilal, pero entonces apareció Al Bulayhi para salvar los muebles en el añadido. Un centro con música desde el costado derecho de Michael no lo desaprovechó el ariete saudí que, con un cabezazo inapelable, puso el empate final. Un tropiezo para el Al Hilal después de cuatro triunfos consecutivos ligueros que avisa a Neymar de que no todo en Asia será coser y cantar.