Por qué Messi y Neymar volvieron a saludar a la afición del PSG

Hace poco más de un año, el PSG vivió en su estadio una de las imágenes más tristes de su historia. Después de consumarse la eliminación en los octavos de la Champions contra el Real Madrid, el conjunto parisino se enfrentó al Burdeos en el Parque de los Príncipes, recibiendo una pitada ensordecedora, sufriendo insultos a varios de sus jugadores y rompiéndose definitivamente la unión con la afición. Aunque ganó 3-0, el resultado fue lo de menos.

Los ultras del PSG pidieron la dimisión de Al Khelaïfi, propiciaron insultos a Messi y Neymar y, además, iniciaron una huelga que se prolongó hasta mayo, fecha en la que el presidente del PSG ganó tiempo, mucho tiempo, al anunciar la renovación de Kylian Mbappé. Un año después, en medio de una crisis de resultados, la unión está en el alambre, pero la derrota ante el Bayern y, sobre todo, el entrenamiento abierto al público que programó el club este viernes no hacen más que reforzar el vínculo dentro de un equipo en el que los resultados en la Champions dictan sentencia respecto al rendimiento de la temporada.

Una de las consecuencias del partido ante el Burdeos en marzo del año pasado fue que ni Neymar ni Messi volvieron a acercarse a la Tribune Auteuil para agradecer al público del Parque de los Príncipes su apoyo durante los 90 minutos. El brasileño y el argentino no olvidan los pitos y los insultos que sufrieron de su propia afición, que les señaló como responsables de la debacle contra el Real Madrid.

Sin embargo, frente al Bayern todo cambió. Una vez que el PSG perdió, y contra todo pronóstico, tanto Messi como Neymar se acercaron al fondo de los ultras para agradecerles su empuje contra los bávaros. Fue una situación inédita desde hace un año y, tal y como informó Le Parisien, Nasser Al Khelaïfi fue decisivo para que la imagen se volviera a producir.

El qatarí, días después de la derrota frente al Mónaco, por 3-1, en un partido en el que Kimpembe tuvo que salir al final del encuentro a pedir perdón a los ultras desplazados al Principado, hizo una conjura con toda la plantilla para que no se rompiera la unión con los aficionados. La reconciliación con el Parque de los Príncipes fue total. Luego llegó la remontada apoteósica contra el Lille, remontando un 2-3 en apenas cinco minutos en el tiempo de descuento.

El PSG se juega la temporada el 8 de marzo, en el Allianz Arena, ya que poco importa lo que haga a nivel nacional si en la Champions no ha cumplido los objetivos. La Copa de Europa se le resiste al club desde la llegada de Qatar en 2011 y el proyecto de Luis Campos y Galtier se tambalea. El domingo, ante el Marsella en el Clásico, el partido puede ser un punto de inflexión para darle la vuelta a un mes de febrero que, en cuanto a resultados se refiere, ha sido fatídico para el PSG.