Pellegrino hace soñar al Lanús

Mauricio Pellegrino prepara a su Lanús para pelear por conquistar el que sería su primer título como entrenador: la Copa Sudamericana. El 22 de noviembre se enfrentará en la final al Atlético Mineiro, al que ha llegado tras dejar por el camino a Central Córdoba, Fluminense y Universidad de Chile. Y lo hace con su cuerpo técnico de siempre: el español Xavi Tamarit, los argentinos Carlos Compagnucci y Gabriel Macaya y el portugués Joao Teixeira, quienes le han acompañando durante buena parte de su carrera (Valencia, Estudiantes de La Plata, Independiente, Alavés, Southampton, Leganés, Vélez, Universidad de Chile y Cádiz) e inclusive Xavi Tamarit desde el primer día que el Flaco se sentó en un banquillo como primer entrenador.

Lanús, de la mano de Pellegrino, tratará de retener el título para el fútbol argentino (Racing Club se proclamó campeón en la edición pasada) y eclipsar de paso la hegemonía que están mostrando en los últimos años los clubes brasileños en los torneos internacionales (7 de los últimos 8 campeones de la Libertadores son de Brasil, así como 6 de los últimos 10 finalistas de la Sudamericana). Es la cuarta final continental de Lanús en las últimas dos décadas (campeón de la Sudamericana en 2013, subcampeón en 2020 y finalista de la Libertadores en 2017), un club que a nivel deportivo ha crecido gracias a un buen trabajo de base y a su aumento de aficionados, aunque con un presupuesto de media tabla.

Pellegrino y su cuerpo técnico llegaron el pasado mes de enero. El Flaco era un anhelo de Nicolás Russo, presidente del club de la provincia de Buenos Aires. El Flaco, desde los primeros 17 días que tuvo de pretemporada, comenzó a pulir con su sello las virtudes que tenía su plantilla. Con Ricardo Zielinski, entrenador al que sustituyó Pellegrino, Lanús era ya un equipo fuerte en lo defensivo y bueno en el contragolpe. El Flaco le ha sumado capacidad para dominar los partidos con posesiones altas del balón. Esos tres factores le han convertido en un equipo capaz de mimetizarse con lo que cada rival y cada partido le exige y pide.

Los resultados fueron llegando y la clasificación para la final de la Sudamericana corrobora el trabajo de Pellegrino. En la liguilla de la copa internacional acabaron primeros de grupo y se clasificaron para los octavos de final del Torneo Apertura, donde cayeron en los penaltis contra Boca Juniors en la Bombonera. En el Torneo Clausura, pese a su última derrota contra Banfield, la primera desde septiembre, Lanus es el tercer mejor equipo por puntos de Argentina y está ya clasificado desde hace dos jornadas (faltan otras dos) para los octavos del Clausura. Esos hitos los está cosechando con una plantilla en la que hay la mezcla ideal entre veteranos (Carlos Izquierdoz, Ezequiel Muñoz, Nahuel Losada, Sasha Marcich o Walter Bou) y noveles (Franco Watson, Agustín Medina, Gonzalo Pérez o Rodrigo Castillo).

Nicolás Russo declaró recientemente que le encantaría que Pellegrino estuviera a su lado durante los tres años que le quedan de mandato. El club y los jugadores están encantados. De momento el Flaco, elegido mejor entrenador de Argentina en los meses de septiembre y octubre, solo piensa en cumplir con sus objetivos a corto plazo. Su contrato acaba en diciembre y antes de que finalice quiere hacer historia. Además de la final de la Sudamericana, Lanús tratará primero de confirmar su presencia entre los 9 clubes que representarán a Argentina el año que viene en competiciones internacionales y llegar lo más lejos posible en las eliminatorias del Clausura.

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