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ITALIA

Pablo Marí: “Este Monza de Berlusconi y Galliani no tiene techo”

Pablo Marí recibe a AS para hablar sobre el proyecto del Monza, las peculiaridades tácticas de Italia, Mikel Arteta y la final de la Libertadores que juega el Flamengo.

Pablo Marí, durante un partido con el Monza.
Nicolò CampoLightRocket via Getty Images

Pablo Marí (Valencia, 1993) habló con AS en 2018, cuando jugaba en el NAC Breda de la Eredivisie, y dijo “era seguir en Segunda o jugármela y venir aquí”. Desde aquella temporada pasó por el Deportivo de la Coruña, ganó una Copa Libertadores con el Flamengo y fichó por el Arsenal. “Hemos dado un salto grande desde entonces, no me puedo quejar”. Arteta no contaba con él y ahora ha encontrado su sitio en el Monza de la Serie A italiana.

Pregunta. El equipo arrancó con un punto de dieciocho posibles. Cambiaron al técnico y ahora, con Palladino, ganaron tres partidos seguidos y están en octavos de Coppa. ¿Qué fallaba antes y en qué aciertan ahora?

Respuesta. Más que fallar, es que éramos muchos nuevos. Veníamos de ideas diferentes. En Italia hay muchos sistemas de juego. Unos venían de jugar con cuatro, otros con cinco; otros hombre a hombre... la clave era acoplar a todos. El otro entrenador no tuvo la capacidad de hacerlo. Palladino sí, nos ha dado muchas armas y entrenamos duro para estar al nivel que estamos.

El pasado sábado, ante el Milan, se vio cómo fue a darle indicaciones a Ranocchia a la hora de tirar una falta. Es ya el líder...

Siento que ayudo a la gente. Tengo una posición en el campo que me da la facilidad para ayudar a todos, porque veo el fútbol de cara. Igualmente, ese liderazgo está en mi naturalidad. Quiero coger responsabilidades y aquí me las han dado desde que llegué, soy el segundo capitán y estoy muy contento. No me da miedo coger esa responsabilidad.

En el NAC era capitán porque, con 24 años, era el más veterano del equipo. Ahora los que tiene al lado rondan la treintena. ¿Cómo aceptan que un recién llegado les dé órdenes?

No me considero una persona arrogante, intento transmitir el liderazgo desde el trabajo, la humildad, ser un profesional todos los días, pase lo que pase trabajar muy duro, hacerle caso al entrenador... no me creo más ni menos que nadie.

Pablo Marí y el entrenador Palladino, el pasado sábado en San Siro.
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Pablo Marí y el entrenador Palladino, el pasado sábado en San Siro.NurPhotoGetty

¿Cómo es vivir en Monza? ¿Hace vida en Milán?

Nosotros (tiene mujer e hijo) estamos viviendo en Milán, porque cuando estábamos en Inglaterra vivíamos un poco lejos de Londres y este año hemos decidido vivir en el centro de la gran ciudad. Estamos muy contentos, Milán es maravillosa, tenemos mil cosas que hacer todos los días, mi hijo en el cole está supercontento... vivir en Milán nos está gustando mucho.

El Monza asciende a Serie B en 2020, está dos años terminando en puestos de promoción de ascenso y esta temporada se estrena en la Serie A. ¿Cuál es el techo de este proyecto?

No deberíamos ponernos techo. Hay que ir poco a poco, tenemos muchas cosas que mejorar como club, como equipo, como jugadores... No le pondría límites, que vayamos a donde tengamos que ir. Es un club en crecimiento, un proyecto grandísimo respaldado por dos personas muy grandes en la historia del fútbol. Sé que es un tópico, pero hay que ir partido a partido y temporada a temporada, esa es la realidad. Este año es importantísimo y el objetivo es mantener la categoría. Todo lo que venga a partir de ahí, bienvenido sea.

¿Ha tenido relación con Galliani (consejero delegado) y Berlusconi (propietario)?

Con los dos. La agenda más apretada de Berlusconi hace que le veamos menos. Le hemos visto tres o cuatro veces que ha venido a darnos ánimos al vestuario. Y con Galliani me llevo muy bien, viene prácticamente a todos los entrenamientos, está en todos los viajes y es una persona muy cercana. Ha sido una grata sorpresa a nivel personal.

¿Sienten que están más en el centro de los focos por estos dos directivos?

Desde mi punto de vista no, somos un equipo a la que la gente respeta por el estilo de juego y los jugadores que tenemos. No creo que tener a Galliani y a Berlusconi influya ni a nivel mediático ni dentro del campo. Al final lo que estamos consiguiendo es porque nos lo hemos ganado nosotros mismos.

¿Tenía claro que quería quedarse en Italia tras pasar seis meses cedido en el Udinese y volver al Arsenal este verano?

Estaba abierto a otras opciones. Yo sabía que tenía que volver al Arsenal, donde no tenía sitio. Aunque esa mentalidad no la tenía al volver, quería ganarme una oportunidad ante los ojos de Mikel (Arteta). En todo momento se me dijo que no contaban conmigo y, a partir de ahí, yendo al mercado, Italia nos llamaba muchísimo la atención.

¿Cómo se ha adaptado después de haber jugado en ligas tan ofensivas y anárquicas como los Países Bajos, Brasil o Inglaterra?

La clave es tener inteligencia táctica. Estudiar muy bien el fútbol. En cada semana el entrenador te puede pedir estar más bajo, o estar hombre a hombre con un atacante muy corpulento, o con otro más rápido... lo bonito de Italia es que te tienes que adaptar mucho al rival en cada partido. Eso me llamó la atención, es uno de mis puntos fuertes y me gusta.

¿Se prepara el partido de forma diferente cuando se enfrenta a un jugador especial como Leao, Lautaro, Vlahovic...?

Los trabajo como a todos los demás. El delantero del equipo más pequeño te puede hacer daño si no lo tienes controlado. Y llega un punto en el que te centras en lo que tú mismo puedes hacer. Tienes indicaciones de los atacantes que te toquen: si es diestro o zurdo, si le gusta recibir al pie o al espacio... todo eso lo tienes que controlar, pero tienes que saber lo que tú haces.

Pablo Marí, ante Vlahovic.
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Pablo Marí, ante Vlahovic.MIGUEL MEDINAGetty

¿Está viendo la temporada del Arsenal?

Sí, veo todos los partidos, me gusta mucho ver fútbol. Están a un nivel estratosférico y se están viendo los resultados del trabajo de dos años de Arteta.

¿Cuál cree que ha sido la tecla? El equipo ha crecido mucho.

Para mí la clave ha sido una palabra que se llama tiempo. Le han dado tiempo a Arteta, tiempo a este proyecto. Evidentemente no es fácil cambiar la cultura de un club tan grande como este en un año, pero había muchos problemas que solucionar. Arteta lo ha hecho muy bien, se lo ha ganado y este es el trabajo de dos años. No me sorprende para nada porque cuando estaba allí ya se veía que su forma de trabajar les iba a dar muchas alegrías.

¿Cómo es como entrenador?

Para mí, si te digo la verdad, ha sido uno de los entrenadores que me ha cambiado la visión futbolística. Me ha aportado muchísimo a la hora de jugar al fútbol. Tácticamente me ha dado otro punto de vista. He hecho una masterclass de dos años con él, y eso hace que ahora pueda ayudar mejor a los compañeros. Lo que importa en el fútbol es que un entrenador te pueda dar las herramientas para que en el partido lo puedas hacer lo mejor posible. Creo que eso es lo que hace él. Es un entrenador que te da solo tres detalles antes del partido... y funcionan. Lo que dice es lo que luego ocurre.

Puede que ayude que haya sido futbolista hace tan poco para entender el fútbol actual.

El haber sido futbolista le aporta el trato con el vestuario. Porque él ha estado en situaciones de tener gente que no juega, que se lesiona mucho, que no se cuida... este tipo de aspectos los afronta de otra forma al haberlos vivido. Entiende mejor al futbolista.

Este sábado, Flamengo juega la final de la Copa Libertadores. La última que ganó fue con usted en el campo.

Es un partido inolvidable en mi carrera futbolística y personal. Tuve la suerte de ganar la liga y la Libertadores la misma semana. Mejor no se podía dar. Le deseo todo lo mejor al Flamengo, ojalá que ganen.

La plantilla de este equipo es muy curiosa, porque hay veteranos como Filipe Luis, Diego Ribas, David Luiz, Diego Alves o Arturo Vidal y jugadores muy jóvenes. ¿Cómo mezclan esos dos tipos de personas?

Porque hablamos todos el mismo idioma, el del fútbol. Los veteranos sabemos cómo gestionar a estos chavales que tienen una proyección increíble, pero les falta esa experiencia para estar más tranquilo o más activo en momentos decisivos. Cuando haces eso compacto, creas un gran equipo.

¿Cuál es su futuro? ¿Cuál es el siguiente paso?

Estoy buscando un poco de estabilidad, ya me toca. Llevo casi diez años dando vueltas por el mundo. Que no me arrepiento, porque me han hecho crecer como futbolista y como persona. Pero mi niño ya empieza a ser un poco más mayor. No me pongo límites de más de un año. Estoy cedido, vamos a llegar hasta el final de temporada y ya veremos qué pasa en verano.

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