Nápoles, lista para la fiesta
Las autoridades lograron aplazar el partido con la Salernitana para el domingo.
Nápoles está preparando la fiesta por su tercer scudetto, que será un poco como una nueva primera vez. Los dos anteriores se han ganado con Maradona y, en estos 33 años, entre Serie B, quiebra y Serie C, la idea de volver a triunfar parecía utopía. El título está cada vez más cerca y justo la ilusión que se respira en una ciudad ya totalmente pintada de azul llevó a las autoridades locales a pedir un aplazamiento del encuentro con la Salernitana, programado para el viernes.
El prefecto y el alcalde quisieron evitar tres días de fiesta: el sábado, tras el encuentro, el domingo, si el Inter no cae en San Siro y asegura el alirón, y el lunes, que es festivo. Una situación a la que hay que sumar el festival de cómics Comicon, que tiene lugar justo en el barrio del Maradona y atrae a más de 130.000 personas. Ayer el aplazamiento se hizo oficial: el Nápoles jugará el domingo a las 15:00 horas, después del Inter-Lazio, y la decisión obligó también a aplazar el Udinese-Nápoles (del miércoles al jueves) y el Udinese-Sampdoria (del domingo 7 al lunes 8 de mayo).
La medida causó mucha polémica entre directivos y tifosi de la Salernitana, que necesita puntos para sellar el descenso y no encontró un hotel para concentrarse el sábado. Mientras, Nápoles organizó un enorme plan para su posible fiesta: el centro de la ciudad estará cerrado para coches y motos, y se prohíbe la venta de bebidas en botellas de cristal, y de petardos. Será difícil, pero también los ultras de la Curva A pidieron “no dañar muros, plazas, calles y monumentos” mientras que, en otras ciudades (Salerno, Varese y Bérgamo) los grupos organizados amenazaron a los azzurri que viven allí: “Aquí no se celebra nada”. En la Curva B del Maradona, mientras, lanzaron un mensaje más romántico: “Llevad una bandera personal, y otra para los que ya no están. Muchas lágrimas caerán, pero, ahí arriba, alguien va a sonreír”. Será un domingo emotivo.