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ITALIA

Nápoles explota con el Scudetto

Dos estadios y decenas de ciudades enloquecieron con el triunfo azzurro.

ItaliaActualizado a
Seguidores del Nápoles celebran el Scudetto.
CIRO FUSCOEFE

Los días más felices de Nápoles acaban de comenzar, aunque su noche más loca, quizás, ya quedó atrás. El pitido final del encuentro con el Udinese hizo oficial un tercer Scudetto esperado durante 33 años y festejado en dos estadios a la vez. El primero, obviamente, fue la Dacia Arena, azzurra en casi todos sus sectores. El único que quedó únicamente de local fue el fondo de los ultras friulani, que protagonizaron una de las escenas más feas de estas horas. Cientos de napolitanos invadieron el campo festejando, unos 50 violentos los agredieron y solo la intervención de los antidisturbios evitó consecuencias mayores respecto a los ocho heridos (no graves) que causó la trifulca. Spalletti, Di Lorenzo y Mario Rui, cuando regresó la calma, fueron a festejar en el sector visitante, llevando a los tifosi un Scudetto gigante y coreando con ellos.

Mientras tanto, en el Maradona, 50.000 hinchas asistieron al encuentro en ocho pantallas gigantes, en un adelanto de fiesta con juegos de luces, fuegos artificiales y canciones. De Laurentiis decidió quedarse en su ciudad y, una vez conquistado el título, le hizo otra gran promesa a su gente: “Ahora nos queda ganar otro Scudetto y levantar una Champions”. Nápoles festejó hasta la madrugada, generando imágenes inolvidables que mezclaron los panoramas típicos de una nochevieja con banderas azules, pancartas e ironía típica de los sureños. Los partenopei tomaron las plazas de muchas ciudades (Milán, Turín, Nueva York, Londres y Madrid, entre otras), y esto causó tensiones en algunos casos, como los de Avellino y Varese, donde ultras locales agredieron a familias de azzurri durante las celebraciones.

Hubo malas noticias también en Nápoles. La peor fue la muerte de Vincenzo Costanzo, asesinado a tiros durante las celebraciones. El hombre de 26 años era hijo de un jefe de la Camorra de la zona de Ponticelli y el alcalde de la ciudad, Gaetano Manfredi, confirmó que la noticia no estuvo relacionada con la fiesta: “Era una persona con antecedentes penales importantes y se trató, probablemente, de un ajuste de cuentas”. El tiroteo causó tres heridos más y, en total, fueron más de 200 las personas que acudieron a los hospitales.

Mientras De Laurentiis participó en una asamblea de la Serie A que le acogió con un largo aplauso, los campeones de Italia durmieron en Udine y regresaron bajo el Vesubio solo por la tarde del viernes. Para evitar aglomeraciones en Capodichino, el avión azzurro aterrizó en el aeropuerto militar de Grazzanise, cerca de Caserta. El próximo contacto entre el equipo y sus tifosi tendrá lugar el domingo en el Maradona, para el encuentro con la Fiorentina, durante el que habrá otro adelanto de la enorme fiesta del 4 de junio, cuando Di Lorenzo levantará el trofeo de la Serie A. Los napolitanos vivirán un mes inolvidable.