BÉLGICA
Nainggolan: “Juego a cambio de cacahuetes”
El belga narra el horrible momento que vivió en el Amberes, donde fichó para estar cerca de su familia. “No podía entrar al entrenamiento por la puerta principal...”.
Radja Nainggolan marcó una época. El belga fue uno de los jugadores que más prometía en su llegada a Italia después de crecer en la cantera Beerschot. Pero su paso por Cagliari, Roma o Inter no fue lo esperado. Asuntos extradeportivos siempre le han perseguido. “Le tengo cariño a todos los jugadores que he traído a la Roma, el que más me enfadó es Nainggolan a quien quiero como a un hijo, pero es un delincuente, es alguien a quien si le pones 7 u 8 copas delante se las bebe todas. Para él la vida es un juego, pero tiene buenos sentimientos”, dijo hace unos días Walter Sabatini.
Sin embargo, Nainggolan también ha sufrido. El actual jugador del SPAL (segunda división de la Serie A) narró el horrible momento que vivió en el Royal Amberes, donde llegó en 2021 para estar más cerca de su familia. No salió bien en el club belga, incluso fue apartado al filial. Finalmente tomó rumbo de nuevo a tierras italianas...
“Ni siquiera podía entrar por la puerta principal a los entrenamientos...”
“En Amberes me trataron como un parásito, como si fuera un pedazo de mierda. Cogieron a Overmars como director deportivo para intentar reincorporarme al equipo principal pero nadie se atrevió a ir contra el presidente. Hice lo mejor que pude en el equipo B, apoyé a los más jóvenes... He estado en muchos clubes y nunca me han tratado así, ni siquiera podía entrar por la puerta principal del centro de entrenamiento”, comenzó su relato el belga.
“El presidente incluso me obligó a salir del país y nunca se lo perdonaré. En la SPAL juego a cambio de ‘cacahuetes’ pero con gusto...”
“Mis hijas fueron la razón principal por la que regresé a Bélgica. De lo contrario, solo podría estar con ellos de vacaciones y quería quedarme en Amberes. Incluso perdiendo mucho dinero, como fue el caso, pero eso no fue un problema. Pero el presidente incluso me obligó a salir del país y nunca se lo perdonaré. En la SPAL juego a cambio de ‘cacahuetes’ pero con gusto, disfruto...”, sentenció.
El centrocampista dejó momentos para el recuerdo. Como su imagen fumando en el banquillo del Amberes. O afirmando que era un futbolista de discoteca. A sus 34 años, sigue dando guerra en los terrenos de juegos. Veremos hasta cuando...