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INTERNACIONAL

Musonda: de caretas en el Betis a probar en un modesto de Bélgica

El extremo, que maravilló en los inicios de su cesión del Chelsea a Heliópolis, pasó por un calvario de lesiones y ahora lo intentará en el Zulte Wagerem belga.

Actualizado a
Caretas de Musonda en Heliópolis, junto a otra de Ceballos.

Después de una década como eterna promesa del Chelsea, a cuyas categorías llegó cuando todavía era un adolescente, el extremo belga Charly Musonda ha quedado libre de contrato y pasará dos semanas a prueba en el modesto Zulte Wagerem, que ha luchado por evitar el descenso en la Jupiler League. En realidad, se trata de un gran paso para él: convaleciente de una grave lesión y varias operaciones de rodilla, Charly llegó a pensar hasta hace bien poco que seguramente no volvería a jugar al fútbol profesional.

Musonda no ha cumplido todavía los 26 años, pero parece que hiciera un siglo desde que sus primeros partidos en el Betis dieran la vuelta al Mundo por su desparpajo, regate, velocidad y capacidad para desarbolar defensas rivales. Fichado a préstamo del Chelsea en el mercado de enero de 2016, la grada de Heliópolis llegó a hacerse máscaras de cartón con la cara del futbolista belga, que marcó dos tantos y dio una asistencia para ganarse una temporada extra de cesión en el Villamarín. Después, la poca confianza del técnico, entonces el uruguayo Gustavo Poyet, y unos incipientes problemas de rodilla provocaron que en el invierno de 2017 regresara a Stamford Bridge.

Pero el primer equipo Chelsea contó poco con él y volvió a ser cedido en enero de 2018, esta vez al Celtic de Glasgow. En Escocia tampoco jugó demasiado, igual que ocurriría en Países Bajos, donde le reclamó en Vitesse para un préstamo de dos años, desde 2018 a 2020. Las molestias en la rodilla se convirtieron entonces en dos roturas de cruzado: la primera en agosto de 2018; la segunda, justo un año después, a poco de volver. Nunca levantó cabeza de aquello.

Harto de luchar contra sí mismo en una recuperación para la que no se atisbaba el final, casi sin poder entrenarse por el dolor, hace año y medio Charly escribía esto en sus redes sociales: “Seguiré escalando la montaña insuperable todos los días para correr con el balón una vez más, porque no hay mejor sensación que enfrentarse a uno mismo y sentirse vivo. Hasta que llegue el momento seguiré entrenando y creyendo en una remontada imposible”.

Tras una interminable rehabilitación, Musonda ha vuelto poco a poco a sentirse futbolista en los últimos meses, pero el Chelsea decidió no renovar su contrato, que vencía este verano. Ahora el jugador belga trata de nuevo de convertir su sueño de niño en una realidad, que aquellas caretas del Villamarín no queden en el olvido. El Zulte Wagerem decidirá durante estas dos semanas si le da otra oportunidad de engancharse a la elite futbolística.