Mudryk ante La Rojita 2000
España busca ante Ucrania su novena final. Estas dos selecciones ya se enfrentaron en la fase de grupos y empataron. La generación de 2000 acaricia una ‘triple corona’ histórica.
Lo que hace años parecía una locura, hoy puede ser uno de los mejores recuerdos de la historia de la Selección. La generación de futbolistas españoles nacidos en el año 2000 tiene la oportunidad de clasificarse para su tercera final en tres categorías distintas de la mano de Santi Denia, que ya conquistó con el bloque principal de este equipo los Europeos Sub-17 (2017) y Sub-19 (2019). El Sub-21 es el último bastión que se le resiste. Nunca una misma generación ha logrado la triple corona de las categorías inferiores y La Rojita de los Abel Ruiz, Sergio Gómez, Miranda y compañía está a un paso de la final de Batumi (Georgia) y a dos de hacer historia. Ucrania es el penúltimo obstáculo en el camino (sigue el partido en directo en As.com).
La Selección se verá las caras con Ucrania por segunda vez en este Europeo Sub-21, pero la situación no puede ser más distinta. En el último partido de la fase de grupos, las dos selecciones ya estaban clasificadas para cuartos de final y solo peleaban por el liderato, por lo que la intensidad y, sobre todo, las alineaciones de ambos equipos estaban lejos de ser las que se verán hoy en el Steaua Stadium de Bucarest, a las puertas de una final. Para La Rojita sería la novena en la categoría. Para Ucrania, la segunda.
En aquel encuentro de la fase de grupos, Santi Denia cambió de arriba a abajo su once para que todos los jugadores que habían sido suplentes en los dos primeros choques ante Rumanía y Croacia fueran titulares, al menos, una vez en el torneo e incluso le dio toda la segunda parte a Leo Román, el tercer portero. El seleccionador ucranio Rotan, en alusión a su apellido, también hizo muchas cambios en su once de gala y solo dos de los futbolistas que salieron de inicio en el semiamistoso ante España fueron tres días más tarde titulares en los cuartos de final ante Francia, día en el que por fin debutó Mudryk y en el que Ucrania pasó por encima de una de las favoritas con un excelente juego. Nadie podrá poner en duda su merecida clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Mudryk (el Chelsea pagó al Shakhtar el pasado enero 100 millones de euros por su fichaje) es una de las grandes atracciones del torneo, si no la más. Llevaba casi dos meses sin competir debido a una lesión muscular y su debut se hizo esperar hasta el partido de cuartos. Mereció la pena. El extremo fue la gran estrella del encuentro y brilló gracias a su desborde y visión de juego. Provocó el penalti que permitió a Ucrania empatar y dio la asistencia del 1-2 a Sudakov, con el que su equipo remontó el partido. Una de las pocas dudas que existen en el once de España está en el lateral derecho, donde Santi Denia deberá decidir para tapar a Mudryk entre Víctor Gómez, habitual titular, o Arnau Martínez, mejor defensor. Además de Mudryk, a España le preocupa que Ucrania le quite el balón. En el partido de la primera fase el equipo B de Rotan bien pudo haberle levantado el primer puesto a La Rojita, que salvó el liderato gracias a un gol de Abel Ruiz en el último minuto. “No rifan ni un balón, las intentan sacar todas jugadas desde abajo”, es una de las frases más comentadas entre los jugadores y el staff en el hotel de concentración de España cuando se les pregunta por su rival de esta noche.
En el acierto en la presión de España estará gran parte del desenlace del partido. Para ello se necesitará lo mejor de Baena y Sancet, a los que se les ve algo fundidos, y de un Rodri que vuelva a tener las inspiración de los dos primeros encuentros.
Si no, siempre quedará confiar en los apodados piratas de Santi Denia (Abel, Sergio Gómez y Miranda), capitanes de esta Selección y que con sus dos goles por cabeza han llevado a España a las puertas de su novena final y de su sexto Europeo Sub-21, con el que La Rojita desempataría con Italia en lo más alto del palmarés.