Míchel provoca el enésimo chasco de Cristiano en Arabia Saudí
Al Qadsiah se lleva el gato al agua y derrota por primera vez en la temporada a los de Cristiano. Aubameyang y Nacho, decisivos.
David volvió a vencer a Goliat. La historia se repite y el llamado pez pequeño se comió al grande en el que es el enésimo chasco para Cristiano Ronaldo en Arabia Saudí. Al Nassr ha caído este viernes ante Al Qadsiah en un partido especial por la presencia del futbolista de Madeira ante Nacho, quien fuera su compañero en el Real Madrid. Míchel da un golpe encima de la mesa con un equipo recién ascendido y se gana el respeto de toda Arabia al infligir la primera derrota liguera a los de Pioli. El traspié de los de Riad les deja más preocupados por seguir en puestos Champions (empatados a puntos con Al Shabab y Al Qadsiah) que por pelear la liga ante el Al Ittihad de Benzema con cinco puntos de ventaja y un Al Hilal con seis puntos más. El camino se puede hacer más largo al tener ambos un partido menos.
Las prisas iniciales de Al Nassr parecían ser premonitorias de que si no hacían los deberes rápido lo acabarían pagando carísimo. Ya en el primer minuto tuvieron una doble ocasión con un tiro de Angelo al que siguió otro de Cristiano. Las ausencias de Talisca en ataque y de Laporte en defensa, el internacional español se perdió el encuentro por problemas familiares, restaban pólvora a Al Nassr. Talisca siempre da un plus al juego asociativo y el Laporte es un arma a balón parado. Así, Pioli confiaba en Ghareeb y Angelo para conseguir el gol junto a Mané y Cristiano. El saudí, otrora agua en el desierto de partidos difíciles, se sintió incómodo con el traje de titular. Primero cayó en fuera de juego y en el minuto 22 falló a puerta vacía en una oportunidad que todos se pregunta cómo remató tan mal.
Los de Míchel, sin prisa pero sin pausa, iban dejando su sello. Puertas lo probó y Quiñones aumentó la angustia en Riad con una chilena a la que sólo le faltó ir entre los tres palos. Al Nassr tenía el mando en plaza con la posesión sin terminar de rematar. Hasta que Cristiano demostró una vez más que por algo alcanzó los 911 goles. Ghareeb sacó un córner y que cedió a Brozovic. El croata centró al área para que Casteels la despejara de puños. Angelo la volvió a colgar y al meta belga se le escapó la pelota a la que llegó a tocar Simakan y que el cinco veces Balón de Oro mandó a la red. El defensa y el delantero lo celebraron con un ‘siuuu’ a dúo.
La alegría iba a durar menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Cinco minutos más tarde se quebraba la planificación de Pioli cuando Al Ammar se plantó ante Al Ghannam y centró rumbo a Quiñones que controló con el pecho y marcó sin que Simakan lograra evitar el empate.
Si la primera parte paso de marejadilla a marejada para los de Cristiano, la ola de la segunda sería todo un tsunami. Un superlativo Nahitan Nández puso un centro para que Quiñones se alzara al cielo y asistiera de forma acrobática a Aubameyang. El gabonés sólo tuvo que poner la cabeza para dar la vuelta al marcador y que el golpe encima de la mesa fuera firme.
Al Nassr buscó la reacción. Ghareeb, otra vez, pulsaba el botón de tiro a gol, pero ahí aparecía Nacho. El capitán de Al Qadsiah y extensión de Míchel sobre el terreno de juego demostró que siempre cumple. La suerte fue una aliada en el momento en el que el tiro del saudí se fue a la pie derecho del exmadridista y se dirigió después hacia el izquierdo de Casteels, quien envió la pelota a córner.
Cristiano, más descafeinado de lo habitual pese a terminar elegido como hombre del partido, reclamó un penalti que no fue y se quedó a un palmo de una pelota con aroma de gol. Pioli agitó el banquillo con lo que tenía y el experimento venía fabricado por ACME. Yahya y Al Najdi entraron por Angelo y Al Ghannam. Un minuto después, Quiñones hizo una durísima entrada al primero y segundos más tarde tuvo que volver a salir del campo. Otro cambio en cinco minutos y Marran al campo. Suya precisamente fue la siguiente ocasión con un disparo que se perdió en el lateral de la red.
Los minutos finales fueron caldeando el ambiente con tarjetas amarillas y un penalti para los de Cristiano que pudo ser pitado en el 85′. Tahkri hizo una entrada sobre Otávio que dejó atónitos a los espectadores al no ir el colegiado ruso Sergey Ivanov ni a verlo en el VAR. La cara de Cristiano cada vez era más amarga en un final que volvió a ser el mismo repetido: derrota y la Saudi Pro League cada vez más lejana.
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