Messi-PSG: el mes que hizo estallar el conflicto

Jorge Messi comunicó hace un mes a Luis Campos que no tenían intención de cumplir el acuerdo verbal que habían suscrito antes del Mundial para renovar el contrato que vinculaba al jugador argentino con el PSG. Desde entonces, la relación de club y jugador ha ido de mal en peor. Las noticias negativas se han acumulado y al final llegó la gota que colmó el vaso con la decisión de la entidad parisina de suspender de empleo y sueldo al campeón del mundo durante 15 días por faltar a un entrenamiento e irse sin permiso a Arabia.

Un mes duro, difícil de asimilar en París, un tiempo en el que el enfado de Al Khelaïfi ha ido ‘in crescendo’ ante lo que considera una decisión inesperada por parte de una de sus estrellas. En cualquier caso, un movimiento que desde el PSG se han encargado de convertir en suyo al haber vestido la sanción a Messi como el detonante de su adiós.

No acostumbran a recibir negativas ni el Emir de Qatar ni el presidente Al Khelaïfi. Nada ni nadie están por encima de la entidad, han deslizado rápidamente. Un cambio de rumbo importante respecto a su actitud condescendiente con las estrellas en las últimas temporadas.

Vuelta a la tortilla

Ante tal situación, la marcha de Leo a Arabia Saudí se utilizó como herramienta para darle la vuelta a la historia. El argumento del jugador es que cuando le avisaron del cambio de planning y del entrenamiento del lunes, él ya estaba volando para el acto publicitario acordado desde meses atrás. Sin embargo, el PSG considera que es un caso de falta de disciplina que está recogido en el reglamento interno del club y que acarrea una multa, en este caso dos semanas de empleo y sueldo.

En el horizonte también asoma la legalidad de la sanción. Según algunos juristas y especialistas en derecho laboral, 15 días sin poder trabajar ni cobrar se pueden considerar excesivos por el simple hecho de faltar sin permiso a un día de trabajo. Messi no había tenido anteriormente expedientes de ningún tipo por este u otro tema.

Un motivo más de discrepancia entre el jugador y el club, una relación tirante que tampoco el sector ultra del club se encargó de suavizar a tenor de los insultos hacia Leo proferidos en la protesta del miércoles ante la sede del club. Lo que empezó como un sueño en busca de la primera Champions del PSG y de Messi fuera de Barcelona ha terminado en pesadilla.