“Me fui a Finlandia por depresión”

António Alberto Bastos Pimparel Beto (42 años, Portugal) colgó los guantes en 2022 tras una larga carrera bajo los palos. Ganó cuatro Europa League (una con el Oporto y tres con el Sevilla), además, de una Nations League con Portugal. Fueron sus años en el Sánchez-Pizjuán los que más le marcaron. Ahora es embajador de la Liga Portugal.

-¿Cuál es su labor como embajador de la Liga de Portugal?

-Básicamente es la de ser un vehículo de los valores de la liga portuguesa. Internacionalizar la marca Liga Portugal principalmente con su talento, que es lo que más tenemos, talento. Nuestro objetivo es utilizar el poder del fútbol en cuestiones sociales, junto con los clubes que son los mayores colaboradores de la liga.

-Al margen de sus funciones encontrará tiempo de echar un vistazo al Sevilla…

-Sí. Estamos en una época muy, muy difícil. Una época de transición y reestructuración. El Sevilla llevaba muchos años sin estar acostumbrado a vivirlo. Desde 2006 a 2023 el Sevilla ganó siete UEFAS, peleando con los grandes de España. Fueron 17 años, no cinco ni seis. El Sevilla creó un nombre, una ilusión muy grande entre los aficionados. Había crecido y había dado un paso muy grande rumbo a los grandes de España y de Europa. Lo que pasa ahora es que terminó una generación y se fueron referentes.

-Faltan esos jugadores que tiren del carro…

-En mi opinión faltan referentes. Antes estaban Rakitic, Fazio, Navarro, Reyes, Coke… Durante muchos siempre hubo tres o cuatro referencias importantes en el vestuario y de cara a la afición también ya que representaban la identidad del club. Entonces ahora mismo hay una fase donde esas referencias nos existen. Obviamente tenemos a Jesús Navas, que no tiene un perfil de líder potente, y si no me equivoco en diciembre se marcha. Se quedan sin gente que cuenten la historia del club, que sientan la historia del club. Y que lo transmitan a los nuevos lo que es el Sevilla. Y lo que es ser jugador del Sevilla. Yo me identifiqué desde el minuto cero con la casta, con el coraje del Sevilla. Era un jugador así y entendí los valores del club. Hoy en día, hay muchos jugadores jóvenes, hay muchos jugadores de otras realidades que son profesionales, pero no saben lo que es el Sevilla. Lo que hizo el Sevilla, lo que representa el Sevilla y necesitan eso dentro del campo y fuera del campo. Y digo esto porque debe haberlo en la estructura del club. Gente que pase los valores de lo que es el Sevilla, para que nunca pierda identidad. La identidad tiene que estar. Yo jugué en muchos países y todos me hablaban de una cosa: ‘Joder, el Sevilla, la Europa League’. Para ser jugador del Sevilla hay que tener carácter. Yo voy al Sánchez-Pizjuán a ver partidos y lo veo como un equipo competitivo, que quiere, pero no siente esas referencias.

-¿Fue el Sevilla su mejor época como futbolista?

-Fueron tres años seguidos ganando Europa League. Dudo que vuelva a pasar. Con el Sevilla o cualquier equipo. Ganar tres veces seguidas una competición como la Europa League que encima, hoy en día, todos los clubes del mundo la quieren ganar. Sólo uno gana la Champions y ahora miran la Europa League como otro trofeo europeo. Hay mucho valor en la Europa League, y es un objetivo muy común para los clubes europeos. El Sevilla marcó una época inolvidable.

-En España es recordado por su faceta de parapenaltis.

Sí, siempre tuve esa particularidad. Nunca lo he llamado suerte, sino mérito de tener un porcentaje muy alto de paradas. Me acuerdo de que hubo una época en Europa que Diego Alves y yo éramos los porteros con mayor porcentaje de eficacia en parar penaltis. Una locura. ¿Secreto? Siempre me he basado en mi instinto. Mucho más que en los vídeos. Porque también se estudian porteros. Ese estudio que existe entre portero-jugador; jugador-portero… me basé mucho en el instinto. La eficacia ha sido muy alta, porque siempre el instinto me llevó a cambiar de lado, de decisión… en ese último instante.

-Ahora destaca su compatriota Diogo Costa (Oporto).

-Sí, Diogo tiene un porcentaje muy alto. De los mejores, además es portugués. Tengo admiración por su madurez competitiva en la edad que tiene. Es un producto de la formación del Oporto y de Portugal. Bajo mi punto de vista está en el Top-5 de Europa.

-¿Y cuál es el mejor?

-Sin duda, antes de la lesión, Ter Stegen . Para mí rellena todos los requisitos para un portero. No existen porteros perfectos, pero lo que más se acerca es Ter Stegen.

-Dibu Martínez es el único portero en la lista final del Balón de Oro… ¿Veremos ganarlo a algún portero en el futuro?

-Partimos de que el portero para ganar el Balón de Oro tiene que tener un rol muy decisivo en una competición muy importante. Ganar un Mundial y parar dos penaltis en la final, por ejemplo; o una Champions y hacer algo muy impactante para que valoren al portero. Si no gana el que hace 40 goles o el que hace las asistencias, el que va a ganar. Se mira siempre al portero como un elemento de menos valor. Muchas veces el portero es el que más importancia tiene. Ahora se ficha una plantilla y lo primero que se mira es el portero. Puede darte 17 o 20 puntos al año.

-Ha compartido vestuario con muchos crack. Cristiano Ronaldo superó la cifra de los 900 goles…

-Y sigue. Ojalá llegue a los 1.000. Porque tengo el privilegio de seguir viéndolo y tuve el privilegio de jugar casi dos décadas con él y contra de él. También con Messi, somos unos privilegiados, tú, yo, todos, de haber vivido esta época. De verlos. Y como me preguntas de Cristiano, más que querer que Cristiano termine, que parece que todo el mundo quiere que termine, más que pensar en su fin. Yo creo que deberíamos mirar las cosas al revés. Vamos a disfrutar de todo lo que pueda estar porque cuando termine solo vamos a poder verlo en youtube y ahora podemos verlo en directo, en vivo. Vamos a disfrutar de lo que le queda de carrera, porque cuando ellos terminen solo quedará you tube para verlos.

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-Pensará igual de Pepe.

-Estoy enfadado con Pepe.

-¿Por qué?

Por retirarse (risas). Pepe para mí ha sido uno de los mejores jugadores de la Eurocopa. Y cuando un jugador de 41 años es de los mejores jugadores de la Eurocopa… no tiene el derecho de retirarse. Porque es mi amigo, porque lo quiero, porque me gustaría verlo… el sentimiento que tengo de no poder otra vez a Pepe es una frustración muy grande. No quiero que Pepe termine de jugar, quiero ver a Pepe haciendo su carrera, cortando balones, liderando… estoy enfadado con él porque quiero que él siga.

-Para acabar una curiosidad… ¿por qué colgó las botas en Finlandia?

-Por frustración y depresión. Porque no quería terminar de jugar. Porque creía que nunca iba a terminar de jugar y tomé la decisión de acabar mi carrera en Farense y a los cuatro meses, por depresión quise volver Cuando me surgió la llamada de ir para Finlandia, contesté: ‘¿Dónde está eso? ¿Eso tiene fútbol? Si tiene fútbol voy’. Lo hice por alimentar mi deseo de continuar jugando. Por eso me fui a Finlandia, que es lo que estaba disponible de mercado. Fueron cinco meses. Todos los días entrenando, jugando el fin de semana. Era el tío más feliz del mundo dentro del campo.

En el Thinking Football Summit, organizado por la Liga Portugal, profundizó más del tema tabú de la depresión tras dejar el fútbol. “En 2021 decidí terminar de jugar, pero a los cuatro meses estaba insoportable en casa. Recibí una oferta de Finlandia… lo hablé con mi esposa y mi esposa escrutó mi estado psicológico. Fueron los peores meses que viví a nivel psicológico. Fueron muy duros para mí, por no tener rutinas, un propósito, un objetivo diario. No tenía fútbol, no tenía nada. Fui para Finlandia porque quería jugar, entrenar, jugar, competir… Fui feliz durante cinco meses por competir, por socializar. Para mí fue frustrante sentirme bien mentalmente, físicamente, pero a los 40 años te dicen que el fútbol tiene que acabar. Fui muy difícil. No estamos aptos. El fútbol fue bonito, pero las cosas llegan. Tenemos que trabajar mucho en esto. Es un problema muy real, por mucho que no se hable de él”.

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