Zidane-Mbappé: todo cambia

Un día después del anuncio inesperado de Didier Deschamps, confirmando que dejará la selección francesa una vez finalice el próximo Mundial, en 2026, la prensa ya ha comenzado a hacer campaña para que Zinedine Zidane asuma las riendas de la subcampeona del mundo. El matrimonio es flagrante, después de que no se consumara en 2022 tras el Mundial de Qatar y tras los continuos rechazos del marsellés a varios de los mejores equipos de Europa para cumplir su sueño de dirigir a Francia.

La portada del diario L'Équipe, pidiéndole que vuelva (“Qu’il revienne), fue la primera llamada a un Zizou que, aunque no ha realizado ninguna declaración y su entorno se mantiene mudo, no es ajeno a todo el ruido que ha concitado la salida de Deschamps. En una encuesta realizada este miércoles por el periódico francés, más del 70% de los internautas votaron al exentrenador del Real Madrid como el sustituto ideal de todavía seleccionador francés, una evidencia del cariño que profesa el país galo a una de las mayores leyendas de su historia.

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Exjugadores como Petit o Dugarry también se manifestaron en las últimas horas en favor de Zidane, que lleva sin entrenar cinco años, seis en 2026, pero que no ha tenido prisa para esperar su oportunidad con al selección francesa. “Siempre dijo que no había nada mejor que Les Bleus”, apostillan cercanos del entrenador al diario L'Équipe. Reservado en público, en privado no esconde que su sueño es el de dirigir a Francia, el país en el que se consagró como leyenda y al que guió, en 1998, a su primer Mundial.

Zidane, además, tiene todavía la espina clavada de 2022. Cuando ya estaba listo para asumir las riendas de la selección francesa, cuando se daba por hecho que Deschamps no renovaría, Noël Le Graët, expresidente de la Federación Francesa de Fútbol, decidió, sorprendentemente, firmarle una renovación unilateral al todavía seleccionador francés. Aquella decisión fue duramente criticada, ya que lo hizo a espaldas de la asamblea y, dos meses después de formalizarse la ampliación de contrato, el presidente federativo fue destituido tras haber mancillado el nombre de Zizou en un programa de RMC Sport, afirmando que no le habría cogido el teléfono si hubiera preguntado por el cargo.

Ahora, la situación es bien distinta. Le Graët se marchó y el actual presidente, Philippe Diallo, se enfrentará a la presión de la opinión pública para fichar a Zidane como sucesor de Deschamps. El dirigente no ha desvelado ninguna pista al respecto, pero la Federación es consciente de que, ahora mismo, se dan todas las condiciones para que el marsellés lidere el relevo generacional de Les Bleus una vez concluya el Mundial de 2026. El otro candidato, Henry, que dejó la sub 21 sorprendentemente en septiembre de 2024, no tiene la misma fuerza que la leyenda del Real Madrid, por lo que el matrimonio es inevitable entre Zizou y Francia.

Mbappé, entusiasmado

Uno de los más beneficiados de la posible llegada de Zidane a la selección francesa será Kylian Mbappé. El delantero del Real Madrid atraviesa un período complicado, después de no haber ido convocado a los dos últimos parones internacionales y tras haberse puesto en tela de juicio su compromiso con la selección. Sus desavenencias con Deschamps eran patentes y el desgaste interno de la subcampeona del mundo había provocado que incluso se barruntara en el país vecino con que el crack de Bondy no tenía ya ganas de vestir la camiseta de a tricolor.

“Cuando eres entrenador y hay un jugador como Kylian, claro que quieres entrenarlo. Podría pasar algún día. Pueden pasar muchas cosas. Es un jugador que viste bien la camiseta de Francia. En cualquier caso, admiro lo que hace. Es bonito, es fuerte”, dijo Zidane, en L'Équipe, hace un año y medio. La admiración es mutua y la llegada del exentrenador del Real Madrid reforzaría la posición de Mbappé en la selección francesa.

Zidane fue la clave para que, con tan solo 13 años, el capitán de Les Bleus pisara por primera vez las instalaciones del Real Madrid. Fue tal el apego entre los dos que Mbappé intentó lo imposible, en 2022, para que fuera fichado como técnico del PSG. En aquel entonces, Zizou ya solo tenía entre ceja y ceja dirigir a la selección francesa, por lo que declinó la oferta. En la presentación del delantero con el conjunto blanco, en julio de 2024, Zidane hizo de telonero, rememorando aquel momento en Valdebebas en el que se conocieron por primera vez.

En 18 meses, Zidane podrá cumplir su sueño, dirigir a la selección francesa, además de poder apoyarse en un Mbappé que fue nombrado capitán después del Mundial de Qatar y se convirtió en en líder del relevo generacional de Les Bleus. Es el deseado, el elegido, el inmortal, como en su día le describieron cuando ganó tres Champions seguidas con el Real Madrid. Francia no quiere esperar más y hará todo lo posible para que sea el relevo de Deschamps y para que, además, devuelva la ilusión a un país dormido durante muchos años por el pragmático estilo de juego de su seleccionador actual.

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