Mbappé, solución urgente

El 13 de junio de 2023 pasará a la historia del PSG como el día en el que Kylian Mbappé y el club firmaron un divorcio irreparable un año después de haber aglomerado a 45.000 personas en el Parque de los Príncipes para confirmar un acuerdo de renovación hasta 2025, que en realidad fueron dos años y otro opcional. Desde el día en el que el club tomó constancia de la intención del jugador de no renovar un año más, las prisas han ido en contra de Al Khelaïfi y Qatar, que han bombardeado al jugador mediante filtraciones cuyo objetivo era presionarle para marcharse de París.

La primera bala del PSG aterrizó un día después de la carta de Mbappé. El diario Le Parisien, medio afín al conjunto parisino, desvelaba en una información que el capitán de la selección francesa quería marcharse al Real Madrid cuanto antes. Su reacción fue inmediata, tildando la noticia de “mentiras cada vez más grandes” y adhiriéndose al último año de contrato que le resta. Desde entonces, su discurso ha sido inflexible. Quiere seguir hasta 2024 en París.

Lo que no contempla su club, el PSG, es que se marche gratis el próximo año. El 5 de julio, durante la presentación de Luis Enrique, Al Khelaïfi le envió a Mbappé el primero de los muchos órdagos que le ha puesto por el camino en verano. “Dejar salir al mejor jugador del mundo gratis es una opción que no contemplamos. Si no renueva, le enseñaremos la puerta de salida. Tiene diez días máximo para tomar una decisión”, reconocía el qatarí en las columnas del periódico Le Parisien.

Las prisas del presidente por desbloquear la situación de Mbappé han llegado a límites extremos. El 7 de julio, el crack del PSG recibía el premio a mejor jugador francés de la temporada que entrega la revista France Football. En una entrevista con L’Équipe, del mismo grupo editorial, aseguró que “jugar en París no potencia sus características”, en lo que se entendió como una falta de respeto por Nasser Al Khelaïfi, que no tardó en reaccionar bombardeando a los medios de comunicación.

Sin titubear y contraatacando, distintos medios adelantaron la noticia de que cuatro jugadores, incluidos dos fichajes, habían llamado al presidente del PSG para mostrarle su “disconformidad” con la entrevista de Mbappé y que, además, consideraban la misma como “una falta de respeto”. De las seis incorporaciones que ha hecho el conjunto parisino hasta la fecha, había cinco que todavía no se habían ni ejercitado en la nueva ciudad deportiva, por lo que el PSG quiso dejar claro que a Mbappé no le iban a salir gratis dichas declaraciones.

El PSG, a su vez, metía presión al galo reconociendo que “necesitaba una respuesta definitiva” sobre su futuro. La realidad es que Mbappé ya había decidido, concretamente el 13 de junio, mediante la carta que depositó en la sede oficial del club para manifestar la voluntad de no ejecutar la cláusula de renovación hasta 2025. Mbappé no tiene nada que decidir, no tiene que reaccionar a ninguna oferta porque su intención, o al menos eso es lo que ha reiterado en público, es seguir la próxima temporada en París.

El PSG se apresura para que se marche, aceptando una oferta del Al-Hilal de 300 millones de euros y otorgándoles permiso para que contacte directmente con el entorno de Mbappé. Si no acepta ser traspasado, la postura sigue siendo idéntica, se quedará todo el año en la grada sin posibilidad de integrar la dinámica del primer equipo. ¿Será capaz Qatar de enfrentarse a Francia, un país que necesita ver a su estrella jugando para que llegue en la mejor forma posible a los Juegos Olímpicos de París? El desenlace es un enigma.