FRANCIA
Mbappé está quemado
Todo lo que ha rodeado su marcha del PSG, unido a su falta de minutos, le ha desgastado mentalmente y también en el terreno de juego.
Todo el ruido y el revuelo que ha concitado la marcha de Kylian Mbappé del PSG ha provocado que el jugador, según se barrunta en Francia, haya sufrido una especie de desgaste mental y físico que le ha impedido rendir en los últimos partidos. A ello hay que añadirle que Luis Enrique, consciente de que su futuro está fuera de París, le ha quitado minutos de juego en la Ligue 1, lo que ha acrecentado el runrún a orillas del río Sena respecto a la relación del jugador con su entrenador.
De los últimos siete partidos del campeonato doméstico, el capitán de la selección francesa solo disputó 90′ en uno, ante el Montpellier el 17 de marzo. Después de confirmarle al PSG su decisión de no renovar, antes de la ida de los octavos de la Champions frente a la Real Sociedad, su status de intocable se ha desvanecido por completo, aunque en las citas importantes, como este miércoles contra el Rennes y en la doble confrontación ante el Barcelona, no está en tela de juicio su importancia en el equipo.
También se le ha visto apagado con la selección francesa, durante el último parón de marzo, en los compromisos frente a Alemania y Chile respectivamente. Mbappé no es ajeno a todo el alboroto que ha suscitado su salida del PSG, ya que, pese a que siempre se ha mostrado como un profesional, no esperaba que el club confirmara tan pronto su decisión, mientras que él, en todas las comparecencias públicas venideras, en ningún momento anunció que deja París en junio.
El diario L’Équipe, incluso, alude a saturación por parte del futbolista, del que todos esperan su mejor versión en abril para acercar al PSG a ganar un triplete que sería histórico para la entidad. Mentalmente, Mbappé no ha vivido dos meses sencillos, primero por la presión que supone dejar a los parisinos en verano y segundo porque es noticia cada semana en los partidos en los que Luis Enrique le quita tiempo de juego.
El último episodio de esta relación bipolar se produjo el domingo, en el Clásico del fútbol francés, en Marsella, después de que el técnico asturiano le sustituyera en el 63′ con el PSG venciendo 0-1. El entorno consideró ese cambio como “una falta de respeto”, ya que, salvo sorpresa, fue el último Clásico que disputó el crack de Bondy, a pesar de que fue el jugador de campo que más balones perdió de su equipo y se mostró aislado del juego.
Esa falta de compromiso, desgaste según sus más cercanos, saturación según otros, también ha provocado que muchos hayan puesto en duda y el compromiso de Mbappé con el PSG. “Hay secuencias en las que, sorprendentemente, parece desconectado del juego y su actividad se asemeja a la de Lionel Messi en los últimos años. Estas carencias tienen más que ver con el desgaste mental que con deficiencias atléticas”, describe L’Équipe, haciendo alusión a encuentros en los que el máximo goleador histórico del club no ha rendido.
El de Rennes será la primera prueba de fuego para Mbappé y Luis Enrique. Ambos, profesionales, son conscientes de que deben aparcar sus diferencias y anteponer los intereses colectivos, los del PSG, por encima de cualquier cosa. Salvo sorpresa, el gijonés no deberá comprometer sus minutos en las semifinales de Copa salvo que esté ganando por una renta holgada. Un partido para limar asperezas, para reencontrar al mejor Mbappé, para guiar al líder de la Ligue 1 a su primera final de Copa en tres años.
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