Mazzocchi, de la Serie B a debutar con Italia en menos de 500 días
El lateral de la Salernitana se estrenó con la selección italiana en la victoria ante Hungría. En año y medio ha pasado de jugar en la segunda categoría a ser internacional absoluto.
Pasquale Mazzocchi (Nápoles, julio de 1995) consiguió cumplir en Hungría su sueño: debutar con la selección italiana. A sus 27 años y tras pasar por ocho equipos, el lateral napolitano es titular fijo en la Serie A e internacional con su país, pero ambas cosas parecían impensables hace dos años. De jugar con el Venezia en la Serie B a la selección.
Roberto Mancini decidió premiar a Mazzocchi con el debut dándole entrada en el minuto 90 en sustitución de Giovanni Di Lorenzo, actual capitán del Nápoles -la tierra de Pasquale-, en la victoria ante Hungría (0-2). El jugador de la Salernitana ha comenzado la temporada de una manera sobresaliente: ha generado 5 ocasiones de gol en 7 partidos y 26 situaciones que han acabado en tiro. Al finalizar el partido se mostró muy emocionado: “Ha sido magnífico, pero esto no debe ser un punto de llegada, sino de inicio. La ambición es alta, pero para llegar aquí hay que merecerlo”.
Davide Nicola, su entrenador en la Salernitana, reconoció hace unas semanas que merecía la convocatoria con la selección, pero sabe que puede seguir mejorando: “Ahora está jugando en carril izquierdo, pero aunque lo haga también por la derecha, debe empezar a buscar el remate y tener más personalidad”. Mazzocchi es un lateral muy flexible con una buena técnica y un sentido táctico del fútbol muy avanzado. Su progresión en los últimos años ha sido meteórica: de jugar en un Venezia sin aspiraciones de ascenso en Serie B a uno de los capitanes de la Salernitana y jugar con Italia. De hecho, es el primer jugador ‘granata’ que lo consigue.
Un camino duro hasta llegar a la élite
El recorrido de Mazzocchi hasta asentarse en lo más alto del fútbol italiano no ha sido nada fácil. Nacido en Nápoles, el lateral creció muy cerca del estadio Ciro Vigorito, de Benevento. Precisamente se cría en las categorías inferiores de los ‘stregoni’ y a los 19 años firma por el juvenil del Hellas Verona. En 2014, apenas un año y medio después de llegar, encadena dos cesiones al Bellaria Igea y al Pro Piacenza. No logra continuidad en ninguna de las dos y en 2015 se marcha al Rimini de Serie C.
En el conjunto adriático llama la atención del Parma, descendido a Serie D tras declararse en bancarrota, y decide aceptar el reto de devolverlo a la élite. Y así es. Encadena tres ascensos consecutivos y lo deja en Serie A. No llega a debutar y firma por el Perugia en 2018. Ya establecido en Serie B, llega la oportunidad del Venezia. Y realiza otro pequeño milagro. El conjunto ‘neroverdi’ tenía como objetivo mantener la categoría y acabó consiguiendo el ascenso a la máxima categoría tras derrotar al Cittadella en la final del playoff de ascenso. Con el equipo del Véneto debuta en Serie A. Estaba siendo titular, pero en el mercado invernal la Salernitana llama a sus puertas buscando el milagro de la salvación (al acabar la primera vuelta tenían 11 puntos, a 5 de la permanencia) y lo acaban logrando en la última jornada.
En Salerno, Mazzocchi se convierte en pieza clave para Davide Nicola, con el que tiene una complicidad especial y le ha acabado sacando su mejor versión. El estreno con la selección italiana es una recompensa a todos sus años de trabajo y dedicación, como admitió tras acabar el partido: “Cuando sales de la nada y consigues algo así, instintivamente lloras. Si miro hacia atrás, claro, he recorrido un camino muy cuesta arriba. Cuando vienes de estos barrios un tanto difíciles siempre es complicado tomar el camino del fútbol”. De las calles de Nápoles para el mundo.