TURQUÍA
Mata es eterno
El español marcó un doblete en la última jornada con el Galatasaray, pese a que no está teniendo muchos minutos. A sus 34 años, sigue aferrado a la élite.
Hacía tres meses que Mata no celebraba un gol con el Galatasaray y nunca había tenido la oportunidad de hacerlo en el Ali Sami Yen con sus aficionados. Ese momento mágico llegó. Y no de manera aislada, sino por partida doble. El atacante asturiano hizo doblete en el encuentro de la Süperlig ante el Hatayspor. Justo en el mejor momento. Justo cuando los rumores sobre una posible marcha de Estambul, injustificados, le acechaban. Era, probablemente, su momento más complicado desde que llegó a Estambul el pasado verano.
Sin embargo, la zurda de Mata sigue emanando calidad. De esa pierna izquierda que ayudó a que España fuera campeona de Europa y del mundo sigue saliendo magia. La misma que le llevó a ser contratado por los mejores clubes de la Premier, desde el Chelsea hasta el Manchester United. Así cuajó una brillante carrera en la liga más exigente del mundo. Llegó el momento de irse y lo hizo entre honores y rumbo a un fútbol como el turco en el que es una rutilante estrella más.
Después de unas temporadas muy dubitativas, el Galatasaray basó su nuevo proyecto en fichajes como Icardi, Mertens o el propio Mata. La ausencia por lesión de Mertens, precisamente, le abrió las puertas de la titularidad a Mata tras unas semanas en las que apenas había tenido protagonismo. Venía, de hecho, de jugar apenas un minuto entre los tres últimos partidos oficiales. La gran racha del equipo, líder destacado en estos momentos, tampoco le permitía entrar en el once. Pero en menos de 45 minutos, ya demostró su categoría. Doblete y aportación decisiva para que el Galata lograra un nuevo triunfo.
“Es un placer jugar y marcar ante estos aficionados. Ahora mismo estamos donde queremos estar pero tenemos que ser humildes, hay muchos partidos por delante”, dijo el español al terminar el encuentro. La ilusión de Mata volvió a aparecer. Su sonrisa volvió a relucir. Un futbolista que lo ha ganado todo y que aún quiere más. Sea en Inglaterra o en Turquía, donde el final de su carrera le ha llevado a por más gloria. Mata es así. Mata es eterno.