Marruecos agita África
Los leones del Atlas, anfitriones de una Copa de África 2025 que arranca hoy y a la que llegan como grandes favoritos tras su éxito en el Mundial.
Los mayores amantes del fútbol africano explican que la Copa de África que hoy arranca en Marruecos es más una Eurocopa que el torneo salvaje que tanto aman. Lejos del carisma imprevisible y pintoresco que lo rodea, el gran campeonato por selecciones de África se traslada a un país, el marroquí, que ofrece muchas más bondades europeas que penurias africanas.
La celebración, dentro de cuatro años, del Mundial 2030 en varios de sus estadios hará que la modernidad se imponga. Cinco de los recintos, incluido el de Rabat que acogerá el partido inaugural y la final, serán también sede mundialista. La cercanía con España y Europa le da un toque vanguardista a un torneo que siempre se caracterizó por su imprevisibilidad.
Varios datos refutan el cambio que esta Copa de África supondrá respecto a las anteriores. Por primera vez, por ejemplo, todas las selecciones estarán alojadas en hoteles de 5 estrellas. Marruecos ofrece esa posibilidad a pesar de que sus 24 equipos estarán disgregados por solo seis de sus ciudades: Agadir, Casablanca, Fez, Marrakech, Rabat y Tanger.
Será también la primera Copa de África que se juegue en más de seis estadios. Marruecos lucirá músculo exhibiendo nueve, algo inalcanzable quizá para otros países del continente salvo Sudáfrica, que ya los tuvo en el Mundial 2010. Otro aspecto novedoso es el de los campamentos base. Nunca antes cada una de las selecciones había tenido su propio campo de entrenamiento, sino que algunas lo compartían. Esta vez no será necesario.
En cuanto a las entradas, más de 800.000 habían sido retiradas diez días antes de que arrancase la cita. Es difícil encontrar un ticket a pesar de que los precios son más altos que en otras ediciones. Los partidos de Marruecos se llevan la palma. El equipo de Regragui jugará todos sus encuentros en Rabat, su fortín.
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Eso, más el excelente momento de forma de los marroquíes, terceros del mundo en Qatar, les hace favoritos indiscutibles al título. Hay mucho talento además del de sus superestrellas Achraf y Brahim. Senegal, la segunda principal aspirante, puede ser la que agüe la fiesta. También la Egipto de Salah o la Nigeria de Osimhen. Más difícil parece que se repita una gesta como la de Costa de Marfil hace dos años. Todo ha cambiado respecto a entonces. El contexto, para empezar. La África más europea busca campeón.
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