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ARABIA SAUDÍ 2 - NIGERIA 2

Mancini engrasa a Arabia

El combinado saudí rompió una racha de seis derrotas consecutivas y firmó un empate frente a una exigente Nigeria. El efecto del técnico italiano ya da sus frutos.

Actualizado a
Mancini engrasa a Arabia
ETTORE FERRARIAFP

Fin a la odisea y fin a una racha de seis encuentros consecutivos sin puntuar. Mohamed Kanno, el héroe inesperado. Gracias a una diana en forma de libre directo en el último minuto del duelo, el jugador del Al Hilal y, compañero de Neymar, evitó una nueva derrota de Arabia Saudí y firmó las tablas en el amistoso internacional frente a la Nigeria de Jose Peseiro celebrado en Portimao. Una felicidad que no fue del todo plena, pues no pudo sumar una victoria, pero evidencia ya la mano de Roberto Mancini al frente del combinado saudí. El italiano, que abandonó la Azzurra este mismo verano, ha devuelto la sonrisa a un Oriente Medio al que llegó como fichaje galáctico a los banquillos.

Una exigente prueba de fuego para el exentrenador de Manchester City, Inter de Milán o Italia entre otros que, después de un inicio dubitativo y dos duros reveses (derrotas en el debut ante Costa Rica y frente a Corea del Sur), se medía a una Nigeria en auge con una camada de futbolistas que son la envidia del Viejo Continente. Las ‘águilas verdes’ se presentaron en Portugal sin complejos, dispuesta a seguir la buena estela de la Copa de África y con Víctor Osimhen y Boniface como principales amenazas saudíes. Con las presentaciones hechas, el delantero del Nápoles no hizo prisioneros.

Hasta en dos ocasiones, con un cabezazo y un disparo desde larga distancia, pudo adelantar Osimhen a Nigeria en el tramo inicial, pero en ambas acciones se encontró el mismo denominador común: Al Owais. El guardameta del Al Hilal se erigió como la pesadilla del combinado de Jose Peseiro y mantuvo de pie en el primer periodo a una Arabia Saudí que se mostró muy sólida en tareas defensivas e incluso reclamó un penalti por mano de Ajayi que el colegiado no señaló.

Tras el paso por vestuarios, la supervivencia saudí se tradujo en premio. El balón parado, el salvador de los de Roberto Mancini. Cumplida la hora de encuentro, un misil teledirigido de Al Faraj con pierna izquierda se coló por la escuadra de Uzoho y desató la locura en Portimao. Aunque poco duró la alegría. Concretamente, diez minutos. Nigeria hizo gala de su olfato goleador y en un visto y no visto volteó el marcador. Primero, la mala fortuna de Al Amri al querer despejar un centro con mucho nervio de Simon supuso el empate. Y, acto seguido, un balón muerto en el balcón del área lo aprovechó Iheanacho para revivir a las ‘águilas verdes’.

El encuentro encaraba su recta final y todo hacía prever una nueva derrota de Arabia Saudí, pero sobre la bocina llegó el tanto de Mohamed Kanno de falta directa. Con algo de fortuna, pues su disparo tocó en Bassey y cambió la dirección dejando en el suelo a Uzoho, acarició las redes de la portería del Estádio Municipal de Portimão para firmar el empate final. Una diana significativa, pues supone poner fin a una racha de seis derrotas seguidas. Arabia, con Mancini a los mandos aún no gana, pero, de momento, ya ha logrado cortar la sangría.

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