Malcom: del escándalo de las comisiones a tener en contra a Arshavin por su pasaporte
La gran temporada del brasileño en Rusia ha llegado a tal punto que el Zenit quiere darle el pasaporte. La leyenda rusa discrepa.
Malcom está siendo una de las sensaciones de la liga rusa. El extremo derecho brasileño está firmando unas cifras de estrella (10 goles y 7 asistencias) en lo que se ha jugado de competición doméstica en Rusia. El Zenit, líder en solitario con una renta de cuatro puntos sobre su principal perseguidor: el Spartak; ha encontrado en el ex jugador del Barcelona su mejor guía. Es tal el nivel que está ofreciendo Malcom en San Petersburgo que el club ya se plantea darle el pasaporte ruso.
El asunto de la nacionalidad ha traído cola dentro del nicho futbolístico ruso. Y es que, la leyenda Andrey Arshavin quiso expresarse al respecto. El ex futbolista no se opone a que el brasileño obtenga la nacionalidad. Sin embargo, si se muestra contario a abrirle la puerta de la selección nacional: “Estoy en contra de la naturalización. Creo que los rusos deberían jugar para Rusia, no los brasileños y personas de otras nacionalidades con pasaporte ruso”. Para el jugador, en cambio, la oferta de poder jugar con el combinado ruso se presenta jugosa, ya que en Brasil tiene una competencia abrumadora pese a haber disputado partidos importantes con Brasil como aqul que permitió a Brasil ganar su segundo oro olímpico en fútbol masculino, tras derrotar a España por 2-1 con un gol de Malcom en la prolongación.
El buen momento de Malcom dista mucho de aquella figura que pasó por el Camp Nou sin pena ni gloria pero del cual copó muchas portadas tras el famoso caso de las comisiones que el club blaugrana pagó por su fichaje. Hasta diez millones de euros desmbolsó el club catalán en forma de comisiones en un traspaso de 41 millones fijos, sumados a un millón más en forma de variables. Si bien es cierto que el Barcelona recuperó la inversión en la venta al Zenit (40 millones), los culés vivieron de primera mano el escándalo por las comisiones millonarias que se pagaron a su agente Josep María Minguella, quien llegó a embolsarse diez millones en concepto de intermediación por el traspaso.